Nohelia González y César Úbeda
Según la publicación la idea de que “el pleito no era bueno para Colombia está clara desde el principio”. Y citando a la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores señala que Colombia intentó por todos los medios no terminar el pleito en La Haya. “En este pleito Colombia tiene todo que perder y Nicaragua todo que ganar”, era lo que se decía en la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores desde hace muchos años, indica.
La Revista es crítica en tanto que señala: “El país tal vez no se ha dado cuenta lo duro que fue el fallo de 2007 para Colombia pues en un abrir y cerrar de ojos se quedó sin el límite del meridiano 82 al que se había aferrado por más de un siglo”.
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Llego la hora de la verdad. La Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya pone fin hoy, con su sentencia sobre el diferendo marítimo que ha enfrentado a Managua y Bogotá en una batalla legal de once años, a una disputa de casi un siglo, en escenarios en los cuales el gran ganador, a ojos de expertos de ambos países, será Nicaragua.
El fallo de los quince magistrados que integran la CIJ decidirá de una vez y sin apelación cuál es el límite entre Colombia y Nicaragua, con lo que además definirá a cuál de los dos países pertenecen siete cayos (Quitasueño, Roncador, Serrana, Serranilla, Bajo Nuevo, Alburquerque y los cayos del Este-Sudeste) y cómo se dividirán 530,00 kilómetros cuadrados del bloque de marítimo.
Unas catorce disputas limítrofes ha atendido la Corte Internacional de Justicia en 65 años de funcionamiento. En todas sus resoluciones no ha asignado razón a ningún país en un ciento por ciento.
El precedente para Nicaragua en este caso fue que en 2007 la CIJ otorgó soberanía a Colombia sobre San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
Desde Nicaragua existe optimismo. El exdiplomático Julio Icaza Gallard ha expresado que el fallo de la CIJ no puede ser adverso a Nicaragua. “La justicia viene a resplandecer y poner las cosas en su lugar, en su justo equilibrio, ello exige un acatamiento sin ninguna duda”.
El embajador de Nicaragua en La Haya, Carlos Argüello, dijo recientemente que “las perspectivas para nosotros (Nicaragua) son excelentes, porque desde un principio que analizamos este juicio y esta situación vimos que la realidad física y la realidad jurídica nos favorecían. Así que ante estas dos realidades, la sentencia solo puede favorecernos”.
Con el juicio Nicaragua busca recuperar su Zona Económica Exclusiva y su Plataforma Continental que Colombia pretende cercenar desde 1890.
Para defender la soberanía nacional el Gobierno de Nicaragua, desde los gobiernos de las pasadas administraciones liberales, conformó un equipo de juristas sin distingos de colores políticos. En este equipo estaban liberales, sandinistas, conservadores así como técnicos profesionales, que llevaban los casos de Nicaragua ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Este equipo de profesionales era encabezado por el excanciller Alejandro Montiel Arguello (q.e.p.d), quien era muy respetado por los juristas en su destacada carrera jurídico-diplomática y porque tenía una memoria prodigiosa. También se conformó el foro de excancilleres de la República y exvicancilleres para darle fortaleza a la estrategia de nación. Este foro fue descontinuado durante la primera administración de Daniel Ortega.
“Después de haber agotado todo intento de llegar a un acuerdo bilateral con el canciller Guillermo Fernández de Colombia para definir nuestra frontera marítima con Colombia, no tuve más remedio que proceder a demandar a Colombia en la Corte Internacional de Justicia en diciembre de 2001”, recordó Francisco Xavier Aguirre Sacasa, quien era el ministro de Relaciones Exteriores cuando se introdujo la demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya contra Colombia, el 6 de diciembre del 2001.
Por su parte, el experto en Derecho Internacional, Mauricio Herdocia Sacasa, el elemento clave para lograr una posición favorable a los intereses de Nicaragua, sin lugar a dudas, fue el hecho de que distintas administraciones o gobiernos, a lo largo del tiempo, han manejado una política de continuidad y han involucrado a expertos de ideologías diversas y banderas partidarias, sin exclusión.
“Esto ha dado consistencia y cohesión a la postura nacional”, reconoció el jurista, quien no duda que la Corte Internacional de Justicia otorgará como mínimo 200 millas náuticas, equivalente a otra Nicaragua en el mar.
Las dudas de ambos países sobre la frontera marítima quedarán aclaradas con la sentencia de hoy.
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