Eugenio Frater
EFE
Los menús variados y las comidas copiosas, grandes protagonistas de las fiestas de diciembre y enero, no son las únicas tradiciones navideñas que pueden dar un disgusto a las personas alérgicas; algunos elementos decorativos habituales en estas fechas también podrían desencadenar una reacción más o menos severa de su organismo.
La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic) indica que los principales alimentos responsables de reacciones alérgicas son: mariscos, frutos secos y frutas.
Además se recomienda evitar los maquillajes brillantes, la purpurina o los tintes con metales, y colocar protectores en los pendientes y una sustancia impermeabilizante, como la laca de uñas transparente, en pulseras, collares o bisutería.
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“La alergia a alimentos es una de las principales causas de asistencia en los servicios de urgencia en Navidad”, según el médico alergólogo Tomás Chivato.
El expresidente de la Seaic recomienda tener especial cuidado con los alimentos mencionados a los que agrega la leche y los huevos.
Normalmente las reacciones alérgicas por alimentos aparecen de forma más rápida que las intoxicaciones y dependen de la dosis de alimento ingerida.
EL ÁRBOL NAVIDEÑO
“Además del árbol de Navidad, hay otras alergias potenciales en estas fechas, como los adornos navideños y luces contaminadas con polvo o moho, que conviene “guardar en recipientes o bolsas de plástico que puedan limpiarse, porque el cartón también puede tener moho”, ha recomendado el alergólogo pediátrico James Sublett, de la Universidad de Louisville en Kentucky (EE.UU.) al comentar el estudio de Connecticut.
Los personas alérgicas han de llevar además un “kit” de medicación adicional como antihistamínicos, broncodilatadores e, incluso, corticoides.
Y aquellas diagnosticadas de anafilaxia, la reacción alérgica más severa que requiere de inmediato una inyección intramuscular de adrenalina, deben llevar siempre varios inyectables de esta sustancia, según Chivato.
Como en algunas regiones del planeta, las fiestas navideñas se desarrollan en una época fría del año, algunas patologías respiratorias de origen alérgico pueden verse agravadas por los procesos virales propios del invierno.
En los niños alérgicos, que permanecen en casa más tiempo a causa de las vacaciones escolares y por el frío, puede acrecentarse la sintomatología de la rinitis o el asma por la presencia de ácaros, hongos y epitelios de animales domésticos.
“También, las reuniones familiares o fiestas en lugares cerrados donde habitualmente se fuma empeoran a los pacientes asmáticos”, indica el doctor Chivato.
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