Washington/EFE
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, se comprometieron ayer a estrechar tanto la integración económica de ambos países como la cooperación bilateral para reducir la violencia y fortalecer la frontera común.
Al inicio de un encuentro privado en el Despacho Oval de la Casa Blanca, Obama felicitó a Peña Nieto por su triunfo en julio pasado, y afirmó que “México se ha convertido no simplemente en un importante socio bilateral sino que hoy es un líder multilateral, multinacional, muy importante en una amplia gama de asuntos, desde la energía hasta el cambio climático (…)”, afirmó Obama.
Obama destacó las “increíbles contribuciones” de los mexicanos a la economía, sociedad y vida política de Estados Unidos, al tiempo que reconoció el interés de México en que EE. UU. logre una reforma migratoria integral.
Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), le propuso a Obama un “replanteamiento” de la relación bilateral, de manera que se haga énfasis en el intercambio comercial y económico, y se mostró interesado en que México forme parte de la reforma migratoria.
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