Vladimir Vásquez
Nicaragua ocupa el puesto 93 de una lista de 97 países que fueron evaluados por el Proyecto Mundial de Justicia (WJP) sobre los límites que se establecieron entre el poder ejecutivo y los demás poderes del Estado.
Con esta posición, Nicaragua está entre los países con uno de los mayores niveles de interferencia en el poder legislativo y el poder judicial.
Comparado con el resto de los países de la región latinoamericana, esto ubica a Nicaragua en el puesto número 15 de 16 países evaluados por WJP.
“Los tribunales civiles, sin embargo, son ineficientes y corruptos incluso para los estándares regionales (clasificado 86 en el índice general y el 12 en la región). Aunque los niveles de criminalidad no son tan altos como en otros países de la región, es un área que necesita atención”, detalla el informe.
En la evaluación de transparencia y participación ciudadana, el país resaltó en la posición número 52, lo que según el informe, es mucho más positivo; se destaca además que la protección a los derechos laborales es un campo bien evaluado.
VENEZUELA, PEOR EVALUADO
Venezuela, país con el que Nicaragua mantiene estrechas relaciones, tampoco obtuvo buenas calificaciones en el establecimiento de límites entre el poder ejecutivo y los demás poderes del Estado, ubicándose en el lugar 95.
En la evaluación comparativa con los demás países de la región, el país del sur quedó en el puesto 16, es decir como uno de los países latinoamericanos peor evaluados.
En ausencia de corrupción, Venezuela está en el lugar número 81 frente al lugar 69 de Nicaragua.
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