Lucía Navas
Nicaragua figura entre los países de América Latina que logró reducciones importantes en sus índices de pobreza en la última década, según el reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
El informe Panorama social de América Latina 2012 sostiene que entre 2001 y 2009 la población en pobreza general pasó de ser el 69.4 al 58.3 por ciento. En el caso de la indigencia o pobreza extrema se redujo la tasa del 42.5 al 29.5 por ciento respectivamente.
“Las actuales tasas de pobreza e indigencia son las más bajas observadas en las últimas tres décadas, lo que es una buena noticia para la región, pero aún estamos frente a niveles inaceptables en muchos países”, afirmó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal en Chile, al presentar el informe.
Y es que la Cepal proyecta que en Latinoamérica se finalizará el año con 167 millones de personas en situación de pobreza, que significan un millón de pobres menos que en el 2011, lo que equivale al 28.8 por ciento de los habitantes de la región. El aumento de los ingresos laborales en los hogares pobres fue el factor más determinante en la reducción de la pobreza.
“El desafío es generar empleos de calidad en el marco de un modelo de desarrollo orientado a la igualdad y la sostenibilidad ambiental”, apuntó Bárcena sobre los múltiples desafíos que los países tienen.
Lo que se estancó fue la extrema pobreza porque en 2012, suman 66 millones de personas en este nivel, misma cifra que en 2011.
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