Saúl Martínez
El doctor llegó por última vez al centro de salud el año pasado. Desde entonces los habitantes de la comarca Los Laureles, en El Viejo, Chinandega, se han visto obligados a buscar asistencia médica en el hospital de la comunidad de San Luis.
“El doctor que llegaba cuatro días a la semana se nos ha perdido desde hace más de un año”, lamenta doña Petrona Pérez, líder de las productoras de Los Laureles.
Ir a la otra comunidad tampoco es buena opción pues casi siempre no hay medicamentos.
“Los pobladores viajan hasta la ciudad de El Viejo o Chinandega para buscar quién los cure y comprar medicinas”, agrega Pérez.
El departamento de Chinandega cuenta con dos hospitales, el primero se encuentra en la cabecera departamental y el segundo en el municipio de El Viejo. El número de camas de los dos centros médicos es de 244, de acuerdo con información del Ministerio de Salud (Minsa).
El doctor Luis Ramón Lindo, delegado del Minsa en Chinandega, indica que tienen 108 equipos familiares en igual cantidad de centros de salud en los 13 municipios del departamento.
El funcionario manifiesta que con la llegada de médicos procedentes de la Escuela Latinoamericana, de Cuba, esperan reforzar con cuatro médicos la zona rural de El Viejo.
Para Somotillo, dice, se han enviado un ginecoobstetra, cirujano, pediatra, internista y anestesista con la idea de abrir un quirófano.
“En la zona rural de El Viejo revisaremos acerca de esa queja de falta de médicos para conocer si es que tienen problemas de transporte”, dice el delegado.
MINIMIZAN PROBLEMAS DE MEDICINAS
La falta de medicinas es un síntoma repetido en todos los municipios de Chinandega.
Sin embargo, el delegado del Minsa minimiza el problema y aduce: “Hay una lucha permanente para que nuestros médicos trabajen con la lista básica de los medicamentos. Creo que se alcanza el 98 por ciento en la lista de medicinas”.
La opinión de Eruben Sotelo dista mucho de la versión del funcionario. Una vez, recuerda, acompañaba a su padre grave en una sala del Hospital España y le tocó comprar medicina inyectable que no tenía el centro hospitalario.
“Lo raro es que el médico me decía: Me entregás la inyección a mí, que no te vean porque si no me corren. Aquí no podemos decir que no hay medicinas”, revela Sotelo.
HOSPITAL NO OFRECE CONDICIONES DE SALUD
Aparte de la escasez de medicinas, el Hospital España también sufre de pésimas condiciones de salud.
Los pacientes aducen que en la zona de la cocina hay un cauce de cien metros que mantiene basura acumulada y que según el personal produce zancudos y moscas.
El centro hospitalario se ubica en la zona noroeste de la ciudad a escasos cien metros de las riberas del río Acome y 150 metros del basurero municipal.
Al respecto, Luis Ramón Lindo, delegado del Minsa, señala que hay una lucha permanente para mantener limpio el hospital.
También el Hospital Materno Infantil Mauricio Abdalah sufre problemas de insalubridad, pues justamente a una cuadra se encuentra una alcantarilla abierta. De ahí salen los desechos del hospital. En la sala de emergencia la permanencia de la basura provoca hedor. Sin embargo, las autoridades médicas no han escuchado las demandas de los pacientes.
Lindo se refirió a la alcantarilla vecina al oeste del Hospital Materno Infantil Mauricio Abdalá, que derrama los desechos del centro médico con el agua negra del vecindario en el barrio Santa Ana y comentó que analizan la posibilidad de usar tanques sépticos.
Los padecimientos que sufre el sistema de Chinandega van desde déficit de médicos y medicinas hasta pésimas condiciones de salud. El Minsa todavía no atiende a este gran paciente que es la salud pública.
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