Saúl Martínez
Después de presionar a las autoridades de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal), el agua potable llegará por fin al reparto Nuestra Señora de Candelaria, en Chichigalpa, donde se estima hay unos 25 mil pobladores.
Pasaron ocho años sin el vital líquido y durante ese tiempo fueron abastecidos por pipas que enviaban del ingenio San Antonio, Enacal y la Alcaldía.
Los lugareños no estaban dispuestos a pasar otra Navidad sin agua y la tarde del lunes con una comisión de mujeres al frente marcharon indignados y amenazaron con bloquear la Carretera Panamericana si no tenían respuesta.
Llegaron hasta la delegación de Enacal y aseguraron que las puertas fueron cerradas. No dudaron en pegar patadas. Finalmente lograron que ayer iniciara la perforación del pozo.
ANTES QUE FINALICE AÑO
Varios equipos de Enacal arribaron a las 7:00 p.m. del martes y la orden municipal fue trabajar de emergencia para que el agua llegue antes de que finalice el año.
A esa hora las familias del sur de la ciudad celebraron la buena noticia con la pólvora que tenían lista para la Purísima.
Doña Norberta García dijo que para lavar hacían uso de la escasa corriente contaminada del río La Esperanza, e incluso hicieron huecos para obtener agua del tubo principal.
Manuela Margarita Molina agradeció a Dios por la respuesta que encontraron con el alcalde sandinista Víctor Sevilla.
Luz Marina Urbina, de la segunda etapa del reparto, ha luchado para que el proyecto sea una realidad en los próximos días.
“La necesidad nos obligaba a ir a ese río (La Esperanza) contagiado por las suciedades que le rodea. En esta lucha protestamos frente a Enacal en la ciudad de Chinandega y también viajamos a Managua acompañados del alcalde Víctor Sevilla”, dijo la señora.
Emigdia Ferrufino, delegada de Enacal, recibió los equipos de perforación la noche del martes y anunció la obra para beneficio de los pobladores del sur chichigalpino.
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