Saúl Martínez
“El cuerpo de mi sobrina tenía fajazos. En la espalda y cuello con huellas. Le empezaba el embarazo”, dijo Eurania Gómez.
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Para cometer el crimen contra Frania Isola Valle Gómez, la presunta asesina subió el volumen del equipo de sonido y el televisor, además abrió la llave del agua y después de propinarle golpes, procedió a estrangularla y abrirle el abdomen para constatar que la muchacha de 21 años estaba embarazada.
El hecho ocurrió según el forense Róger Pereira Umaña entre las 11:00 a.m. y 1:00 p.m. del miércoles y la principal sospechosa es Glenda Patricia Bordas Varela, de 34 años, quien fue capturada cerca del puesto fronterizo del Guasaule.
La Policía conoció del crimen hasta las 7:00 p.m. del miércoles, cuando una persona llegó al apartamento ubicado en el segundo piso del edificio, en la Colonia Ayapal, frente a la cancha. Los investigadores encontraron un arma blanca y una carta con la supuesta firma de Bordas Varela.
“Lo hice porque me engañó y así podía engañar a otro. Si me buscan me van a hallar. Tal vez el día de mañana me muera para que acabe todo esto”, indica la carta. Bordas es enfermera de la unidad de salud en Somotillo.
El padre de la muchacha, Nicolás Valle, dijo que la mujer que mató a su hija actuó como una psicópata y todo parece indicar que se trató de un crimen pasional.
Mencionó que acosaba a su hija desde hace dos años. “La acosaba como que era de su propiedad, esto lo expusimos a la Comisaría de la Mujer y jamás se nos escuchó. Mi hija trabajaba en un casino del centro Plaza Occidente, pero por ese acoso se tuvo que salir”, agregó el padre.
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