Roy Moncada/ Luis E. Martínez/ Eddy López
Miles de personas salieron a las calles a gritar ¿Quién causa tanta alegría? en los diferentes puntos del país.
Aunque la celebración mariana que une a los nicaragüenses fue después de las 6:00 p.m., la Purísima en las instituciones del Estado provocaron enormes filas en diferentes partes de Managua desde horas tempranas, como en la Contraloría General de la República (CGR), donde la gente tuvo que dormir en el lugar un día antes para recibir un paquete alimenticio.
En horas de la noche de ayer fue que los cantos a la Madre de Jesús se escuchaban sin cesar, acompañados de matracas y guitarras en los altares capitalinos.
Sin embargo, en comparación con años anteriores, la celebración de la Virgen en la zona oeste de Managua fue modesta. El barrio Monseñor Lezcano, ubicado en el Distrito Dos y caracterizado por tener decenas de altares, ayer estuvo moderado.
“Antes se daba más pero la situación ha hecho que se dé menos”, comentó sor María Esperanza, del colegio Lumen Christi, del Distrito Dos.
Los distritos Uno, Cuatro, Cinco y Seis sí estuvieron con más altares y feligreses. Los barrios Campo Bruce y Costa Rica fueron los que más altares tuvieron en Managua.
ALTARES ESTATALES
La Avenida Bolívar tuvo diversidad de altares, empezando desde el Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred) hasta la Cancillería de la República.
Además el bulevar que está ubicado frente al nuevo Complejo Judicial de Carretera Norte fue ocupado para instalar otro altar. Asimismo, en el Centro Cívico también hubo altar. En este último no se pudo completar la repartición de paquetes debido a que el desorden creó que los camiones de la Alcaldía de Managua, que trasladaban los paquetes en las Purísimas del Estado, se fueran del lugar y dejaran esperando a miles de personas.
Respecto a la utilización de la imagen de la Virgen por parte del Gobierno central también ya hubo pronunciamientos.
“Las cosas pasajeras de este mundo no van a enturbiar nunca el cariño que le tenemos a la Purísima, que es un patrimonio de la fe del nicaragüense, consideró el obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, previo a la tradicional Gritería.
El prelado, quien este viernes festejó 18 años de ordenación sacerdotal, catalogó como “cantos de sirena” las manipulaciones del dogma católico de la Purísima para clientelismo político, argumentando que “el nica de todos los días siempre ha amado a la Virgen y la va a seguir amando”.
Ver en la versión impresa las páginas: 1 A ,4 A