Nydia Sandino/ExpertaCulinaria
Se aproxima la Navidad y en los supermercados vemos los congeladores llenos de pavos, pechugas de pavo, jamones, piernas de cerdo ahumadas y frescas, gallinas y pollones.
Si escogen el pavo para su cena, quiero darles unas recomendaciones prácticas. Lo primero es que si el pavo es de unas veinte libras tarda casi todo un día en descongelarse, (póngalo en una pana con agua al tiempo) empiece los preparativos por lo menos tres días antes de comerlo. Retírele los menudos, estos les servirán para hacer la salsa. Boten el agua donde descongeló el pavo y vuélvanlos a meter en la misma pana con agua, sal y un poco de jugo de naranja en la refrigeradora toda la noche. Al día siguiente, sáquenlo y escúrranlo, adóbenlo por dentro y por fuera de acuerdo con sus recetas. Si les van a inyectar vino o algún otro líquido, hágalo con una jeringa corriente, cuiden de no punzar los huesos porque estos sueltan una sustancia amarga que podrían darle mal gusto a la carne. Forren una pavera con papel de aluminio, coloquen dentro el pavo, amárrenles las patas con un pedazo de manila, fórrenles las patas y las alas con papel de aluminio para que no se doren mucho durante la cocción, rocíenlo de vino y jugos, tapen toda la pavera con papel de aluminio y cocinen en horno precalentado a 325 grados F por unas dos horas luego destápenlo y siga cocinando hasta completar las 3 o 4 horas. Recuerden bañar el pavo cada media hora con el líquido que va soltando, retire los papeles de aluminio y deje dorar parejo. Lo pueden cocinar el día antes de comerlo.
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