La verdadera unidad
Es paradójico que mientras los nicaragüenses comunes y corrientes discutimos y proponemos maneras para lograr la ansiada unidad que nos permita afrontar la dictadura actual, hemos permitido que el partido de gobierno y los demás partidos políticos hayan realizado una verdadera unidad entre ellos.
Y como es de esperar, esta unidad es frente al enemigo común que tienen: el pueblo pobre e inocente de Nicaragua, contra quien se han confabulado para mantenerse en posiciones privilegiadas, aprovechándose de la ignorancia de unos y de la terquedad y servilismo de otros.
Si no cree he aquí unos cuantos ejemplos:
A los nicaragüenses no se nos permite hacer política si no es desde las estructuras de estos partidos, esto con el fin de controlar el pensamiento y las actitudes de quienes disentimos de la forma de actuar de los dirigentes.
Se dicen defensores de los derechos del pueblo y sin embargo, en conjunto, difaman y contradicen a quienes tratan de representar y defender dignamente los intereses de los desposeídos. Es común escuchar a un “honorable diputado” del PLC decir que los organismos de la sociedad civil “no tienen pito que tocar” en la lucha diaria porque para eso están los partidos políticos. Pregunto: ¿podremos confiar en políticos de esta calaña que lo único que hacen es dar legalidad y apoyo a todas las decisiones emanadas de la casa de la familia real, sin dar siquiera una respuesta razonada a dicho apoyo?
Prometen apoyo a sus seguidores y los convencen de participar en elecciones de las que ya tienen conocimiento de los resultados, solo para abandonarlos a su suerte una vez inscritos los candidatos y asegurada la permanencia de su partido en la repartidera de fondos que, como siempre, salen del mismo pueblo.
Después de pasados estos acontecimientos, no dan la cara y esperan a que el pueblo sea quien proteste en su nombre para no arriesgar su pellejo ni sus beneficios.
No es coincidencia que todos los partidos políticos estén controlados por un caudillo que se cree el ser supremo de la política y el salvador de Nicaragua. Vea como el PLC, el PLI, el FSLN, y partidos zancudos como ALN, Apre, Yatama, Alternativa Cristiana, PC, etc. son controlados por políticos que no han dado oportunidad a otros cuadros de dirigir sus estructuras.
Por mucho que digan que trabajan por el bienestar del pueblo, unos desde el Gobierno y otros desde la “oposición”, el desarrollo económico, mejoría en los niveles de vida y otros beneficios de los que debería estar gozando Nicaragua, solo lo disfrutan los políticos inescrupulosos que han hecho de nosotros su medio de vida.
Esa es la verdadera unidad que los políticos nicaragüenses promueven y practican, y no crea que están dispuestos a abandonarla mientras les genere réditos. Considero que es hora de decidirnos a hacer política desde otra perspectiva: es hora de que decidamos y actuemos por nuestra cuenta, porque con estos representantes que tenemos no vamos ningún lado. Los invito a participar.
Fracisco Javier Gutiérrez Lagos
Condega
Ha muerto el sandinismo
Recalando zafia y sigilosamente, sin ser vistos ni oídos los tres caimanes del Apocalipsis —caimán, definición: reptil de hocico ancho y vientre insaciable que vive en Centroamérica— ciscándose en su indefensa presa, escoriando el pescuezo con astucia y de un solo zarpazo remata por detracito de la pulpa de los ojos, o sea en el cerebro, descabezando a su víctima, ¡el pueblo!
Mi narrativa no es la ficción de una visita al estero ni la epopeya de un celoso guardián del zoológico, esta es una parodia de la más cruda realidad recién revelada en el areópago de la Asamblea Nacional de Nicaragua, al disparar el bando parlamentario dominante-gobernante la ley de reconfiguración fiscal, con gravámenes a los alimentos más cotidianos del yantar nicaragüense como el pollo, ignorando a la vez los intereses esclavizantes de las tarjetas de crédito e inclinando despiadadamente el fardo de la carga fiscal onerosa hacia el empobrecido pueblo trabajador, salvaguardando los intereses de los más acaudalados.
Con una cifra de miseria abyecta que sobrepasa el 40 por ciento de la población, deserción escolar por arriba del 60 por ciento, 140,000 hectáreas de bosques deforestados anualmente, según informe de ambientalistas de renombre, 38 ríos extinguidos en los 33 años que Daniel Ortega Saavedra lleva de hecho con la sierra por el mango desde 1979, al punto que un rótulo que señala “Aquí fue el río Matagalpa”, solamente puede evocar al daño causado por el filibustero William Walker, quien puso un letrero parecido que decía “Aquí fue Granada”, después de prenderle fuego a la ciudad lacustre.
Si esto fuera poco, el desempleo en alza, la inflación rampante, véase el precio de la gasolina, los poderes del Estado como en los tiempos de Vespasiano, replegados a la mano del autócrata, y así tienen la desfachatez de apretarle la cincha al pueblo trabajador y prohibirles el pollo, cuando los caimanes devoran caviar en sus mesas navideñas.
Vaya pueblo-presidente, lo de pueblo quedó atrás y ahora es sueldo-presidente, al quitarse la máscara y triangular los jugosos beneficios del poder Ortega pasa a ser ahijado de la banca y de paso desfigura los principios por los que ondea la bandera del partido, tristemente secuestrado por un solo sujeto: Daniel Ortega Saavedra. Qué diría Carlos Fonseca Amador, si sus despojos mortales hablaran del concubinato amancebado de esta Trianca de caimanes Gobierno-Banca-Partido, cuando un partido político del calibre del Frente merece la mayor independencia ideológica para perpetuar el debate y el derecho a disentir internamente y perseguir la utopía de la Democracia.
Arrodillémonos, ¡ha muerto el sandinismo!
Álvaro Lacayo Argüello
No asumirá consejalía
Es nuestro derecho buscar una concejalía para ayudar al buen desarrollo de nuestros 153 municipios, y es nuestro deber ser transparentes y cumplirles a los electores que todos por igual esperan que el candidato de su preferencia sea honesto.
En las elecciones municipales del 2008, todo lo anterior resultó pura literatura y buenos pensamientos, porque los nicaragüenses sufrimos un descarado fraude cuando los magistrados del Consejo Supremo Electoral asaltaron la democracia y se robaron 40 alcaldías para favorecer al orteguismo. La historia se repitió en las presidenciales, por la fuerza se impuso como gobernante el dictador Daniel Ortega violando la Constitución y robándose las elecciones, y todavía le regalaron 25 diputados extras para que pudiera desgobernar el país a su gusto y antojo.
En Matagalpa me apunté en la lista de candidatos a concejales del Partido Liberal Independiente (PLI) porque consideraba imposible que el orteguismo realizara otro fraude, pero me equivoqué, el zorro pierde el pelo pero no las mañas, según La Fauna Encantada . Si la candidata Maritza Arauz hubiera ganado esta Alcaldía, la orden era robársela como pasó en Matiguás y Darío.
En Matagalpa el orteguismo con votos o sin ellos se recetó 29 concejales y solo le dejó siete al PLI. Para que llegue a legalizar el monstruoso fraude que superó los dos anteriores y para permitir que se vea como normal que Lenín Cerna asegure que Matagalpa es uno de los municipios más corruptos del país, esto fue lo que mató la República como asegura en su libro Eduardo Enríquez.
Por respeto a los votantes no asumiré esa concejalía, porque no quiero ser cómplice en la muerte de la Perla del Septentrión.
Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados. Salmo numero uno.
Leopoldo Villalta López
Matagalpa
Ver en la versión impresa las páginas: 11 A
