ROMA/AFP
El primer ministro de Italia, Mario Monti, renunció al cargo, indicó en un comunicado la jefatura de gobierno italiana.
Monti, considerado un tecnócrata, en el poder desde hace trece meses, presentó su renuncia ante el presidente de la República, Giorgio Napolitano, tras la aprobación en el Parlamento de la ley de Presupuestos del 2013 y luego de haber perdido el apoyo del partido de su predecesor, Silvio Berlusconi.
El economista Mario Monti, un tecnócrata serio y reservado, quien gobernó durante más de un año a Italia con un estilo completamente opuesto al de su predecesor Silvio Berlusconi, logró calmar a Europa y sobre todo frenar los ataques de los mercados.
Monti fue llamado para remplazar a Berlusconi, quien tuvo que renunciar tras haber minado la credibilidad del país.
Conocido como un hombre sobrio y discreto, Monti, nacido el 19 de marzo de 1943 en Varese (norte de Italia), se ganó el apodo de “el cardenal” por su personalidad impenetrable y sosegada durante los agitados trece meses que ejerció como jefe de gobierno.
Para enderezar la economía y frenar la colosal deuda pública impuso drásticas medidas de austeridad, tuvo que encarar la ira de los sindicatos tras la reforma del trabajo y administró en el Parlamento una mayoría variopinta además de protagonizar delicadas negociaciones a nivel europeo.
Su independencia y firmeza cuando se desempeñó como comisario europeo entre 1994 y 2004, contribuyó a su prestigio internacional.
Desde 1994 era rector de la prestigiosa Universidad Bocconi de Milán, donde suele formarse la crema y nata de la clase dirigente italiana.
Cuando se desempeñó como Comisario para la Competencia de la Unión Europea, entonces lo llamaban “Super Mario” por su capacidad de enfrentar a los bancos y de batallar contra los monopolios al haber impedido el matrimonio en 2001 entre colosos como General Electric y Honeywell o Schneider y Legrand.
También desafío en el 2004 al multimillonario Bill Gates al imponer a Microsoft una multa de 497 millones de euros, que obligó al grupo a facilitar la compatibilidad de sus productos.
La sentencia marcó un hito en el mundo de la tecnología. Monti, llamado para salvar la economía italiana, al borde del abismo, tomó medidas radicales que obligaron a los ciudadanos a asumir sacrificios, pero no atacó los privilegios, sobre todo de la clase política, según numerosos observadores.
“Para realizar reformas impopulares hay que unir los sectores más sensatos de todos los partidos políticos”, comentó en septiembre poco antes de asumir la jefatura de gobierno, cuando comenzaba a agudizarse la crisis financiera que sacude a Europa.
“Es impermeable a las presiones”, escribió la prensa italiana, que recuerda que en el 2000 la influyente revista The Economist lo presentó como “uno de los burócratas más poderosos de Europa” y lo describió como un “adepto a la persuasión” y al diálogo.
El hecho de ser asesor del poderoso grupo de inversión Goldman Sachs, que encarna los excesos del capitalismo, ha sido resaltado por los sectores que se oponen a su nombramiento, como la populista Liga Norte, que lo tilda de tecnócrata que no ha sido escogido con el voto popular.
Especializado en la famosa universidad estadounidense de Yale, estudió con James Tobin, quien llegó a ser premio Nobel de la Economía en 1981. Como investigador, desarrolló el modelo Klein-Monti, a través del cual se describe el comportamiento de un banco bajo el régimen de monopolio.
Considerado una personalidad “por encima de las partes”, Monti fue candidato en 1994 del conservador Silvio Berlusconi para ocuparse en la Comisión Europea, de temas como mercado interior, servicios financieros, fiscalidad y unión aduanera.
En 1999, el gobierno de izquierda liderado por Massimo D'Alema lo confirmó en la Comisión Europea, en donde trabajó con su compatriota Romano Prodi, presidente entonces de la mayor institución europea y ex líder de gobierno de la coalición de izquierda italiana.
Editorialista del Corriere della Sera, entre los diarios más influyentes del país, es autor de numerosas publicaciones sobre economía monetaria y finanzas. Designado el 9 de noviembre, en medio de la crisis política y económica que atraviesa Italia como senador vitalicio, Monti no deja traslucir sus ideas ni si aceptara lanzarse al ruedo político como candidato a las próximas elecciones legislativas en 2013.
Casado desde hace más de 40 años y con dos hijos, fue también de los consejos de administración de la firma automovilística Fiat y de seguros Generali, dos poderosos grupos económicos de la península.
Según la prensa italiana, su estilo de vida sobrio, sin excesos ni frivolidades, contrasta con el de Berlusconi, marcado por una vida disapada y chistes vulgares.