Pudiera ser que la situación geográfica de nuestro país influyó para que húngaros o gitanos estuvieran migrando a él por mucho tiempo y se quedaran a vivir aquí. ¿Cómo llegaron a Nicaragua? No sabemos, suponemos que pudo ser como integrantes de compañías artísticas que llegaban y recorrían el país durante las fiestas patronales.
Viajaban constantemente en busca de trabajo, en carretas de caballos y permanecían en los pueblos adivinando la suerte y bailando nuestros sones con sus trajes y panderetas en las diferentes fiestas patronales.
Con el tiempo se fue haciendo corriente bailar para las fiestas y vestir de húngaro y quedó la costumbre de sacar durante las celebraciones del santo patrón un baile de húngaras o gitanas. La danza original mantiene pasos, figuras y contenido de las danzas de marimba, pero el uso de la pandereta (que la mujer golpea contra su pierna o con la mano izquierda en las vueltas o acentos musicales) hace ver diferente la ejecución de la danza.
La mujer viste con falda y blusa floreada de brillantes colores, aunque también puede vestir de un solo color. La falda no es tan larga ni muy ancha, la manga de la blusa es de tres cuartos o manga corriente y cuello redondo, todo se adorna con cintas y encajes de diferentes colores, y, si desea, se pone encima un chaleco adornado al gusto. Lleva, además, amarrado a la cintura, un delantal de cualquier color. Se peina de trenzas y un pañuelo amarrado a un lado de la cabeza, al que le ponen lentejuelas y monedas que caen sobre la frente, acentúa lo exótico de su apariencia. Lleva grandes aretes, collares y pulseras de variados colores y si se pone guantes usa encima de estos muchos anillos. Puede ir de botas o con zapatos de tacón. Antes con este traje su usaba antifaz o máscara de cedazo.
El varón lleva pantalón oscuro con los ruedos metidos entre las botas o polainas, lo que da apariencia de bombachos. La camisa es de tela fina, blanca o de color, mangas largas y de puño, lleva chaleco bien adornado. Lleva pañuelo en la cabeza, adornado y amarrado como el de ella. Un fajón de fina tela en la cintura amarrado a un lado y, al igual que la mujer, puede llevar guantes y también antifaz o máscara de cedazo.
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