Noel Amílcar Gallegos
El regreso a clases es una temporada muy ajetreada para la industria de calzado de Masaya, así como para los padres de familia, por el afán de garantizar una prenda duradera.
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Luego de la temporada navideña, doña Sonia Pérez busca calzado para sus dos hijos, quienes en este año ingresan a secundaria. “Pero los ando buscando buenos y a un precio favorable porque a medida que se acerca la temporada se pueden poner más caritos”, comenta la señora en uno de los pasillos del populoso mercado municipal de Masaya.
El comerciante Walter Cisneros dice que para los gustos hay variedad. “Algunos zapatos que son extranjeros de material sintético, aquí te lo hacemos igual, pero de cuero. Los precios varían según el tipo de cuero, suela y forro y son negociables. Mirá, Masaya es la cuna del zapato artesanal y aquí en el mercado se le garantiza buen precio y calidad, esperamos que la gente consuma lo nuestro, lo que producimos”, indicó Cisneros.
FALTA CUERO
Mencionó que una de las problemáticas que están atravesando es que el cuero está escaso porque, aparentemente se lo están llevando a otros países. “Creo que el Gobierno debería de implementar la política de priorizar el abastecimiento de cuero para que los precios se mantengan bastante estables”, dijo.
En la tienda de Élida Balladares se exponen zapatos de estilos variados, aunque dice que las ventas están “un poco frías”, guarda la esperanza de que la situación se mejore. “Nuestro calzado es nacional y está diseñado en que toda su arquitectura es cuero, la plantilla es baqueta, va cosido y la suela que nosotros utilizamos es de goma. Los estilos son desde juveniles hasta tradicionales. La garantía es de más de un año”, sostiene Balladares.
Lamentó que tiene que comprar el cuero nicaragüense en Guatemala porque “allá lo trabajan y lo pulen y nosotros tenemos que ir a comprarlo hasta ese país. Considero que el Gobierno debe regular la salida del cuero”, sostuvo la joven.
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