SAN SALVADOR/AFP
El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, celebró que el recién finalizado año cerró con una importante disminución de los homicidios, con lo cual este país centroamericano dejó de figurar como el segundo más violento del continente después de Honduras.
“En el 2012 tenemos 2,551 homicidios y en el año anterior (2011) tuvimos 4,336 homicidios (…) es una reducción de más del 40 por ciento”, comentó Funes durante su programa “Conversando con el presidente” que todos los sábados transmite Radio Nacional de El Salvador.
El mandatario, destacó que el saldo de homicidios fue “el más bajo de los últimos diez años” y se debió en parte a un pacto entre violentas pandillas “mediado” por del vicario castrense Fabio Colindres y el ex comandante guerrillero Raúl Mijango, con lo cual desde el 9 de marzo, el promedio de homicidios pasó de 14 a 5.5 por día.
Durante 2012, El Salvador, también registró una “baja” en el número de extorsiones, robos, desapariciones de personas y los secuestros se “eliminaron” lo que demuestra que la política de seguridad ciudadana “está dando sus frutos”,comentó el gobernante.
Al descender de 66 a un poco menos de 30 homicidios el promedio por cada 100,000 habitantes, según Funes, “El Salvador ha pasado de ser el segundo país más violento a uno de los menos violento en el continente americano”.
Sin embargo, aclaró que para que la violencia y el crimen organizado tienda a “desaparecer” es preciso que se modifique las condiciones de miles de jóvenes que “no tienen esperanza alguna ni oportunidades (de empleo)”.