Escuela de machos

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Por: Eduardo Cruz

Para 1993 había una sola Comisaría de la Mujer en Nicaragua. Para el 2012 ya había 61. El poder judicial ahora tiene juzgados de Familia y de Violencia Intrafamiliar. Y la Asamblea Nacional creó una ley especial contra la violencia hacia la mujer, la 779.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos que se realizan en el país para combatir la violencia hacia las mujeres, cada año aumentan las cifras, especialmente las de violencia por parte de sus parejas o exparejas. Si en 2011 se contabilizaron entre 76 y 81 mujeres asesinadas por sus compañeros de vida, en el pasado año 2012 la cifra oscilaba entre las 84 y las 86.

¿Qué está pasando con los hombres nicaragüenses que están matando a sus mujeres? ¿Qué tiene que pasar en la mente de un hombre para que mate a una mujer? El psiquiatra Nelson García Lanzas, quien durante su labor en el Instituto de Medicina Legal ha entrevistado a numerosos hombres que han matado mujeres, explica que la mayoría de ellos no presenta trastornos mentales. “Ellos me dicen: ‘Me engañó’, ‘No hizo lo que le pedí’, ‘Se lo advertí’ y ‘Jugó conmigo’. Todo gira alrededor de ellos mismos. Me lo han dicho claramente y sin titubear. ‘Se lo merecía porque me engañó’, dicen, y a lo mejor tenían dos años de separados, pero para él la mujer nunca dejó de ser propiedad suya”, explica García Lanzas.

La experta en Violencia Intrafamiliar, Martha Munguía, quien además es coordinadora de los dos únicos refugios que existen en el país para mujeres víctimas de maltrato, considera que por un lado el machismo en la sociedad causa cada vez más estragos y por otro el agresor de mujeres actúa más rápido que el sistema de justicia.

¿CÓMO SE CREA EL MACHISMO?

Si los expertos consideran que el machismo es una de las principales causas de las muertes de las mujeres a manos de sus parejas, ¿cómo se forma el hombre machista?

Martha Munguía recuerda cuando ella era niña. Uno de los juegos que ella practicaba con sus amigas y amigos de infancia tenía un coro que decía: “Chico perico mató a su mujer, la hizo tasajo y la puso a vender, nadie la quiso porque era mujer”.

“Así, con canciones y juegos se va creando el machismo, desde pequeños”, dice Munguía, quien también lamenta otra actividad infantil que a ella le parece nefasta: La piñata. “Si un niño cumple años y le gusta el muñequito de Winnie Pooh, entonces le compran una piñata de ese muñeco. El juguete que el niño más quiere lo obligan a que lo desbarate a palos”, explica la especialista.

Munguía también tiene recuerdos de un libro que a todas las jóvenes les daban a leer hace cuatro o más décadas: La perfecta casada . Fue escrito por fray Luis de León y en este libro se enseñaba a que la mujer debía ser “sorda y muda” ante el hombre.

Mientras Munguía era enviada a un colegio de señoritas, que estaba cerca del hogar, a sus hermanos los enviaban a colegios más lejos del hogar. Ella recuerda que había carreras que las mujeres debían estudiar, como costura, enfermería, diseño. “No nos criaban para ser líderes, sino para ser las esposas de los líderes”, comenta.

Calixto Valle Rugama, mejor conocido como el periodista Calulo, con frecuencia reporta para Radio Ya noticias de mujeres que son maltratadas o asesinadas por los cónyuges. Calulo explica así desde su particular óptica el problema del machismo y la muerte de mujeres: “El femicidio es producto del mismo machismo. Ahorita el último caso fue el del (barrio) Walter Ferreti, parece que al maje la mujer le andaba montando el ‘pata de bolsazo’ y entonces vino el maje la agarró, la cachimbeó y ¡pum! le quemó la casa. Eso es machismo”.

Para Calulo, la violencia contra las mujeres se ve constantemente. “Hay casos de casos que he cubierto yo, donde los majes apuñalan a la jaña, las turquean y las mujeres son las culpables porque después ellas mismas los van a sacar. La mayoría de los casos se dan por eso. Las mismas mujeres van a sacar a los majes, porque son los majes que las mantienen y la mujer con tal de no estar cambiando… y unas que son haragancitas”, expresa Calulo.

“EL HOMBRE SE CREE DUEÑO DE LA MUJER”

El psiquiatra Nelson García Lanzas cree que el problema está en el tipo de relaciones que existen entre hombre y mujeres, las cuales muchas veces son “relaciones insanas, enfermas”. “Son relaciones interaccionales patológicas, donde se cree que una persona es objeto o pertenencia de la otra y por tanto tiene absoluto derecho para hacer con ella lo que se le antoje”, explica el médico.

Un caso que ocurrió entre nicaragüenses, pero en Estados Unidos fue el de Edwin L. Estrada, quien el 7 de diciembre pasado mató a su hija de 13 años de un balazo en la cabeza, solo porque la madre, su exesposa, se iba a casar con otra persona.

Estrada tenía ocho años de separado con su exesposa y siete de divorciado. Nunca había dado problemas, pero todo cambió cuando él se dio cuenta que su excompañera iba a tener otro compañero. Primero le dijo a la mujer que el nuevo esposo iba a violar a la hija y luego que si se casaba de nuevo quien iba a sufrir iba a ser la niña.

La mujer acudió ante las autoridades estadounidenses, pero estas últimas le dijeron que Estrada podía seguir visitando a la niña y sacándola a paseos porque siempre había demostrado ser un buen padre. Ese 7 de diciembre, Edwin Estrada sacó a su hija de la escuela, la llevó a una heladería y luego a su casa. El hermano mayor de la niña, hijo también de Estrada, llegó a la casa de su padre y lo encontró muerto y junto a él a su hermana todavía con signos vitales pero con la cabeza perforada por un balazo. La niña murió un día después en un hospital. “El odio que Edwin le llegó a tener a mi hija solo porque se iba a casar con otro hombre hizo que matara a mi nieta”, dice la abuela de la menor, quien pidió no ser identificada porque señala que en este tipo de casos la sociedad siempre tacha a las mujeres de ser las culpables. Edwin Estrada se habría matado en parte porque sabía que lo que hizo se castiga con la pena de muerte en el Estado en que cometió el femicidio.

Fue hasta que se había consumado el hecho que los vecinos le dijeron a la mamá de la niña que siempre que ella salía de la casa en su vehículo, Edwin Estrada iba detrás de ella en otro vehículo. Y los compañeros de trabajo de Edwin expresaron que este se anduvo despidiendo, regalando cosas necesarias a sus amigos y entrenando a un compañero para que manejara la máquina que él tenía asignada en el trabajo.

Recientemente Frania había regresado a la casa de sus padres, pero Bordas la hostigaba porque estaba enterada que la joven andaba de novia con un joven de nombre Luis Carlos. Y se puso peor cuando le dijeron que Frania estaba embarazada.

Don Nicolás relata que el día que la mató, como a las 7:00 de la mañana, Bordas convenció a Frania de que fueran al mercado, luego se la llevó a la casa donde tenía preparada una pastilla en una gaseosa para dormirla y como al mediodía la amarró a una cama y la estranguló con sonda de acero, le rajó la barriga para sacarle el feto que apenas empezaba a gestarse, solo era sangre, al no encontrar nada, la zurció, porque ella era enfermera en Somotillo. Luego hizo una carta en la que decía que había matado a Frania porque la amaba y pedía que la perdonaran. Fue sentenciada a 12 años de cárcel, pero don Nicolás piensa que debió ser más porque hasta cometió aborto.

(Con colaboración de Róger Almanza y Amalia Del Cid).

“LAS RELACIONES HOMBRE-MUJER A VECES SON ENFERMAS”

::: ¿Qué tiene que pasar en la mente de un hombre para matar a una mujer?  

La mayoría de los casos de hombres que matan o dañan a las mujeres, hablemos de su pareja primero, no tienen trastornos psíquicos graves. Lo que se muestra es una relación interaccional enferma, viciada, insana. La interacción que establecen es la enferma. Esa relación se establece sobre la base de patrones culturales propios de la sociedad en donde se desenvuelven. Por ejemplo, si tenemos elementos del machismo donde el hombre siente y cree que la mujer es de su propiedad y como tal debe de manejarse, y si la mujer no piensa o actúa como él quiere, lo hace a través de la violencia.        

::: ¿Además de agresión, qué otro tipo de violencia?  

Psíquica, que comienza con la descalificación como una forma sublime de violencia en la relación de pareja. La anulación, que son las formas… no necesitás levantar la voz para anular o descalificar a tu pareja, lo podés hacer con un gesto. Hay hombres que dicen “yo nunca le hice daño a mi mujer, ¿y por qué me denunció?” Como no, le hiciste daño, la descalificaste, no la dejabas estudiar, no la dejabas trabajar, no permitiste que se desarrollara. Si opinaba, basta con una mirada para decir no estás hablando bien, la autoestima se le destruyó, no necesitaste una palabra en voz alta o un golpe para provocar daños en una persona.      

::: ¿Dónde o cuándo inicia este problema?  

Hace más de dos mil años, cuando culturalmente nos heredaron desde la antigua Grecia el machismo, los patrones de relación machista, el rol de la mujer, si usted ha visto la violencia ha existido desde que existe el ser humano, los elementos culturales heredados de los árabes desde su invasión a España, eso nos lo trasladan a nosotros. Romper esto no es solamente de una ley, la ley está muy bien, pero es la educación, recuerde que la cultura cambia, los paradigmas de una cultura de violencia intrafamiliar que se asienta en una sociedad de violencia intrafamiliar y machista tenés que cambiarla educando y para educar necesitás décadas. Todo lo que se ha venido haciendo es excelente, pero falta mucho. Falta que nuestros políticos cambien, son ignorantes en estos temas.      

::: ¿Y la religión?  

En el caso de la religión cristina, católica, esta no promueve el machismo, contrario a lo que muchos dicen, sino que promueve a través de la lectura del Evangelio la igualdad entre la mujer y el hombre. Cuando hay aquella lectura que se traduce como “mujeres sométanse a sus maridos”, someterse no es que sean sometidas como un animal, el someterse es mujeres amen, trabajen con ellos si el marido es guía espiritual de la familia. Dice “hombres amen a sus mujeres como Cristo amó a la Iglesia y fue capaz de dar la vida por ella”. Ahora si un hombre es capaz de dar la vida por su mujer, como Cristo ama a su Iglesia, ahí no tiene por qué haber violencia. El principio cristiano no es violento, es de amar, es el asiento para amar a la pareja.      

::: Hay un consejo que dice que en problemas de pareja no hay que meterse.   

No es cierto. La muerte de una persona no es de un matrimonio. La muerte de una mujer es un problema social y económico también. Cuando una mujer muere por violencia intrafamiliar deja hijos en orfandad, deja de trabajar, deja de producir y profundiza la pobreza y la miseria. No es un asunto de pareja, la violencia es un problema de salud pública. Si vemos que hay violencia en una casa, estamos en la obligación de llamar a las autoridades.      

::: ¿El machismo es el único culpable de este problema?  

No, hay una serie de cosas que intervienen, se suman. Están el alcohol y las drogas.    

::: Hace poco hubo un crimen en Chinandega de una mujer supuesta lesbiana que mató a una muchacha. ¿Qué diferencia hay en este caso?  

Yo hice esa pregunta a un juez, que por qué la Ley no se aplicaba en la relación de pareja lésbica, y me dijeron que no, que era solamente aplicable al hombre porque como no es lo frecuente, lo más frecuente es que el hombre haga daño. A ella se le procesaría con el Código Penal normal, pero si usted ve los resultados son los mismos, el producto de una relación interaccional patológica donde se cree que una persona es objeto o pertenencia de la otra y por tanto tiene absoluto derecho para hacer con ella lo que se le antoje. Una lesbiana hizo a su pareja lo mismo que le pudo hacer un hombre.   

::: ¿Qué le llama la atención de este problema?  

De que va en progreso a pesar de todo lo que se viene haciendo, a pesar de que hay más instituciones que apoyan, de que hay más policías, más comisarías y nuevas leyes, me preocupa. Esto no cambia mientras no cambiemos cultura y mentalidad.   

::: ¿Cómo dejar de ser machista?  

El crecimiento espiritual destruye el machismo. Vivimos en una sociedad donde no nos importa lo espiritual, solo lo material. El machismo se debilita en la espiritualidad.

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