Por: Róger Almanza
El respeto a los derechos humanos de los nicaragüenses está en constante deterioro, señala la activista Vilma Núñez de Escorcia, presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), que en la reciente valoración del año 2012 destaca a una Policía Nacional descompuesta como el principal indicador del mal camino que ha tomado el país. En esta entrevista, Núñez señala a Daniel Ortega como el principal violador de los Derechos Humanos y afirma que ha sido en este gobierno cuando más marchas y manifestaciones de inconformidad se han desarrollado.
::: A pesar de las valoraciones del Cenidh el gobierno de Daniel Ortega afirma que el país está bien, en buen camino…
Creo que es obligado hacer una evaluación. Nosotros al ser un organismo de derechos humanos tenemos nuestra propia valoración que no es producto de especulación ni de sentimientos adversos al Gobierno. Nuestro análisis está fundado de lo que toca vivir a diario, es el drama humano que representan los centenares de denuncias que llegan al Cenidh. Muchas veces son dramas y denuncias que no salen en los medios de comunicación y que están al margen de las estadísticas oficiales y de muchos otros centros de información y expertos de estadísticas reflejan pero que para nosotros es la radiografía de la realidad del país.
::: Me refiero que el Gobierno no da esa credibilidad a sus informes…
Es uno de los mayores obstáculos y mayores frustraciones que enfrentamos los defensores de derechos humanos. En nuestra lucha se necesita una vocación y compromiso. No solo está lleno de grandes logros como cuando reintegren a alguien en su puesto de trabajo o sacamos a un inocente de la cárcel. Pero también sentimos una gran frustración cuando agotamos todos los recursos en casos determinados y el Gobierno no reacciona.
::: Como en el caso de la niña violada por oficiales de seguridad de la Casa Presidencial…
Sí. Este es un caso que nos ha producido una gran frustración. Pero no nos detiene en nuestro compromiso, es parte de las barreras por vencer.
::: Con este caso, el Gobierno o la familia presidencial no se ha acercado a ustedes o son meramente la barrera.
Definitivamente no hay comunicación ni la posibilidad de comunicación con ellos. Es imposible pensar en comunicación con Daniel Ortega. Nosotros (el Cenidh) hemos agotado las vías que corresponden. Gestiones ante la Policía Nacional, el Ministerio Público y la administración de justicia. Nos hemos encontrado en este caso una gran serie de tácticas dilatorias para retrasar el caso, para retrasar la justicia. La próxima audiencia está para este 11 de enero. En este caso podemos decir que la juez hasta cierto punto ha permitido que uno de nuestros representantes entre a la audiencia, viéndola solamente porque no hay ninguna posibilidad de intervenir.
::: En este panorama ¿en qué puede terminar este caso?
Viendo como se ha desarrollado, este caso es emblemático para analizar una cuestión más profunda del comportamiento policial. En este caso hay prácticamente una concertación entre jueces, Fiscalía y Policía, pero quien ha encabezado todo ha sido la Policía quien recibe órdenes directas.
::: ¿Órdenes directas de quién?
No es el mismo comportamiento el que tiene la Policía y el que conduce a la Fiscalía y a los jueces a actuar de determinada manera cuando se trata de un caso común y corriente que cuando se trata de investigar el comportamiento de personas muy vinculadas con el partido de gobierno y en este caso específico con la familia presidencial porque fue precisamente cuidando su casa que ocurrieron estos hechos.
::: ¿Es sospechoso que la familia presidencial o el mismo presidente no se pronuncie?
Es verdaderamente increíble que la esposa del presidente que se mete en todo y se pronuncia hasta cuando habrá erupciones y terremotos, ella (Rosario Murillo) que predice lo que nadie puede predecir y anuncia todo, con este caso no se ha pronunciado, no ha dicho ni media palabra. Nosotros valoramos y espero que no sea cierto, que hay una especie de encubrimiento al hecho. Quizá cree que si se descubre la responsabilidad de los autores que cuidan al presidente, que son los autores de este crimen tan grande, el comportamiento de estos policías manchará la imagen del presidente o ¿por qué los está protegiendo?… hay un esfuerzo de la Policía por proteger al jefe de los escoltas de la seguridad de Daniel Ortega.
::: Solo para aclarar. ¿Me dice que es el presidente y la primera dama los que están encubriendo a los criminales?
No lo puedo afirmar, pero definitivamente hay intereses muy poderosos los que se mueven detrás de este caso.
::: Este caso es emblemático en materia de Derechos Humanos. Ustedes (Cenidh) tienen una evaluación más amplia durante el 2012…
La evaluación que hemos hecho muestra un balance negativo para el país en materia de Derechos Humanos. Comparando la situación que se dio en el 2011. Mucha gente nos podrá decir que somos demasiado absolutos al dar esta evaluación, pero nosotros no vemos todo igual. Vemos deterioro.
::: ¿Cómo lo podemos graficar?
A medida que un Estado anómalo, una destrucción de la institucionalidad, un régimen autoritario, centralista y excluyente, se va consolidando, en esa medida el deterioro de los Derechos Humanos va avanzando. Incluso los comportamientos de los funcionarios han avanzado en ese deterioro. Quizá donde se ve más dramático este deterioro es el evidente deterioro de la Policía Nacional.
::: La Policía…
Sí. El inicio fue cuando Daniel Ortega les recordó en su toma de posesión que su origen (el de la Policía) era sandinista. Desde ese momento Daniel Ortega buscó cómo minar la autoridad de la Policía interfiriendo en las decisiones que daba la primera comisionada. Pero poco a poco recibió tanta presión que fue doblegada y el golpe más fuerte se lo da en el momento en que la reeligen y ella acepta después de haber dicho que continuaría de conformidad con la Ley.
::: ¿Una primera comisionada vencida o vendida?
Definitivamente vencida. No tengo ningún elemento para hablar de otro tipo de situaciones. Ella muy apegada a defender lo que considera su Policía producto de todo su esfuerzo, de todo su desempeño, a lo mejor cree que puede salvar a la institución pero se está manchando.
::: Entonces es su balance lo más dramático del deterioro de los Derechos Humanos está en la Policía Nacional…
Lo digo porque hasta el 2011 solo veíamos a una Policía pasiva que obstaculizaba las movilizaciones, no intervenía en nada más. Pero en el 2012 se convirtieron en autores de la represión y fueron ellos mismos los que impulsaron la represión. Ya no se trata del acto criminal cometido contra una niña, si no vemos a una Policía reprimiendo protestas sociales como la que hicieron los taxistas y vemos a una Policía reprimiendo políticamente y físicamente en todas las manifestaciones pre y pos electorales culminando el hecho en Nueva Guinea donde vimos una Policía con características de régimen completamente represiva y dictatorial. Una Policía que amenaza con violar a las mujeres…
::: Hay otras instituciones deterioradas…
Pero es la Policía la institución que más se ve y resiente el deterioro. A mí no me extraña lo que pasa en el poder judicial con magistrados de facto que se acomodaron a vivir con sus millonarios salarios sabiendo que están nombrados al margen de la ley por medio de un decreto presidencial que no es el que corresponde. No me extraña la indiferencia y cinismo con que responde a los reclamos y protestas Roberto Rivas. Es general el efecto que esto produce. Pero aquí donde vemos en carne y hueso, con nombres y apellidos a las víctimas, repitiendo directamente todos los atropellos de que fueron víctimas, definitivamente es una Policía descompuesta.
::: No es la Policía que queremos…
Lo más grave de todo esto no es solo lo que los policías hicieron sino lo que está haciendo. Pasaron dos meses del año 2012 y estamos en el año 2013 y la Policía no ha querido decir ni ha querido investigar, a pesar de que tiene todas las pruebas en sus manos, qué fue lo que ocurrió en Nueva Guinea. Por qué los policías desnudaron a las mujeres y las pasearon frente a los otros presos. A todo esto la Policía dice que sigue investigando y mientras tanto la Policía Nacional se quiere lavar la cara mostrando un informe de la cantidad de policías que fueron dados de baja y cómo se combatió la corrupción dentro de la institución. Su informe (el de la Policía) es una mascarada porque no muestra nombres de quiénes fueron destituidos, solo da números, los hemos pedido y los niegan. Definitivamente es una Policía descompuesta.
::: ¿Cree que es intencional provocar miedo en la población?
Definitivamente es una medida intimidatoria y represiva en su más alta expresión. El Gobierno a través de este comportamiento policial detienen a la gente. La gente no reacciona ni le da miedo que los magistrados den declaraciones inapropiadas, pero si ve a una policía golpeando gente sí les da miedo. La Policía ha sido convertida por Daniel Ortega en su instrumento de intimidación para lograr controlar cualquier esfuerzo de protesta y cualquier manifestación de reclamo.
::: Antes de la reelección de Ortega el Ejército es el que se temía que fuera manipulado de tal forma…
Sí pero ha sido la Policía la que está más cerca de la gente a la que ha llegado Ortega, su logro ha sido la descomposición de la Policía Nacional, porque es a través de este instrumento que puede controlar a la gente. Al Ejército no lo va a sacar a reprimir a la gente. Sin embargo, el que el Ejército se prestara en la máscara electoral da un signo de descomposición que esperamos que no avance.
::: Otro aspecto que deben abordar es la libertad de expresión…
Este no es un derecho humano que solo implica a los periodistas sino a todos los ciudadanos. Aquí en Nicaragua a los periodistas se les obstaculiza su ejercicio. No pueden acceder a las fuentes de información, el Gobierno hace una exclusión selectiva y sacan la información a cuentagotas a través de medios de comunicación a quienes el Gobierno da prioridad. Quien diga que en Nicaragua hay libertad de expresión está equivocado.
::: Pero el Gobierno no acepta esto…
El Gobierno habla de paz y reconciliación, sin embargo no mide las 29 marchas significativas que hubo el año pasado impulsadas por varios sectores que demuestran el descontento que hay en la población. Está la marcha de los viejitos, los transportistas, pequeños comerciantes, militares retirados, los cachorros, los plantones de los cañeros, los jóvenes demandando elecciones limpias, los pobladores de Santa Pancha que exigían vivir en un lugar seguro y que fueron reprimidos, los de San Jacinto que reclamaban por una tarifa justa de energía eléctrica y fueron reprimidos. Si analizamos un año del ingeniero Bolaños nos damos cuenta que es a Daniel Ortega a quien más marchas de protestas e inconformidad le han hecho.
::: A simple vista no se nota así…
Claro porque ellos (el Gobierno) han tenido mucha habilidad para manejarla. Ellos nombran una comisión para decir que resolverán y al final no resuelven nada. Yo invito a que vengan estos sectores y me digan si están satisfechos y que les resolvieron sus problemas.
::: A todos los reprimen como si fuera un delito reclamar…
Eso es lo que está ocurriendo. El Gobierno está criminalizando las protestas sociales. Quieren convertir en delito una protesta legítima y esto lo vimos en Santa Pancha, San Jacinto y lo vimos con los taxistas. Solo con el ejemplo de los taxistas que capturaron a 45 personas y a las 45 les abrieron juicio, luego de esto se da una ilegalidad muestra del absolutismo de Daniel Ortega quien en un caso estrictamente judicial él (Daniel Ortega) da la orden de que los saquen a todos.
::: En este sentido su trabajo podría llegar a ser un crimen, ¿no le da miedo?
Si digo que no me da miedo sería jactarme de valiente. Lo que sabemos es que hay un riesgo. Nos enfrentamos a Daniel Ortega porque es el principal violador de los Derechos Humanos no porque no queramos que él sea el presidente.
::: Usted puede resultar directamente una enemiga del matrimonio presidencial…
Nosotros no somos enemigos de nadie. Yo tengo muchos amigos del Frente Sandinista, yo milité en el Frente Sandinista y a muchos de ellos les da miedo saludarme en muchas ocasiones porque temen que sean vistos con una adversaria política como me ve el Gobierno. Creo que son los medios del Gobierno los que están exponiendo a personas al peligro porque con este ambiente tan polarizado definitivamente algún fanático me puede hacer daño.
::: Las mujeres y la niñez no pueden quedar fuera de las valoraciones…
Lamentablemente de todos los actores sociales que de alguna manera representan el mapa de las víctimas de violación a sus derechos humanos, mujeres y niñas ocuparon el primer lugar en la cantidad de denuncias que vinieron al Cenidh, que numéricamente es muy similar al 2011. Pero quiero insistir que no es significativa la diferencia numérica sino en cuanto la gravedad de las violaciones. Los femicidios y la violencia intrafamiliar reflejan una grave descomposición social.
::: ¿Qué nos puede esperar este 2013?
Nosotros no tenemos una respuesta ni una fórmula para solucionar todo. Creo que el cambio tiene que empezar por las personas, por nosotros mismos. No podemos negar que la situación a la que hemos llegado o dejado llegar a este Gobierno, porque hemos sido nosotros los que hemos dejado avanzar en su descomposición, en su corrupción, en su centralismo, en su acaparamiento de recursos y enriquecimiento ilícito de la familia presidencial, todo eso lo hemos permitido los ciudadanos, quizá por la falta de credibilidad de la clase política.
::: Entonces daría lo mismo este gobierno u otro…
Por eso debemos de empezar a forjar esa nueva clase política. En Nicaragua hay gente con capacidad para gobernar. No le podemos echar la culpa total a la clase política, creo que también tiene que ver la desarticulación de la sociedad civil organizada. Hay una sociedad civil que es auténtica que está cumpliendo su objetivo, otra buscando acomodo y que se siente intimidada por el Gobierno y hay otro sector que no se le puede negar su categoría de sociedad civil que son las organizaciones paraestatales.
::: ¿Una sociedad civil siempre a favor del Gobierno?
Sí. El Gobierno las está creando y aparecen como sociedad civil y son las que presentará en los foros internacionales cuando se les exija participación ciudadana.
::: La gente se ha desmovilizado entonces…
Sí y tiene muchas causas. El desencanto político que ha cansado a la gente y por otro lado está el factor económico. Aquí en Nicaragua no es cierto que las cifras que da el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) sean un reflejo de la mejoría de Nicaragua, será una mejoría de sus empresas. Aquí en Nicaragua no hay un plan para combatir la pobreza realmente. Daniel Ortega en lo que se ha empeñado es en combatir su pobreza mientras tanto conforma a la gente con Casas para el Pueblo y exhibe a la gente que pierde su dignidad y autoestima haciendo tremendas filas cuando se trata del abuso de los símbolos religiosos de la Purísima para que les den el paquete AFA (arroz, frijoles y azúcar), esto se ha convertido en una muestra gráfica de la pobreza del pueblo, de la pobreza en que los tiene Daniel Ortega y de la humillación a que los expone… Lo más difícil de vencer no será terminar con un régimen autoritario, será que los nicaragüenses recobren su dignidad.
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