Las contradicciones sobre los informes de la salud del presidente Chávez por parte de algunos miembros de su gabinete y el mutismo de su familia, han logrado que los venezolanos y los que seguimos dichos acontecimientos en el resto del mundo pasemos del escepticismo a la desconfianza. Cuando el vicepresidente Maduro aseguró que ya Chávez estaba ejercitándose después de su última operación y que había hablado por más de veinte minutos con él, fue una tremenda mentira que hoy ha quedado al descubierto, por los informes posteriores que confirman a un Chávez en extremo delicado por sus múltiples complicaciones postoperatorias.
Esta acción ha dejado al descubierto el desprecio de los chavistas por la Constitución venezolana, pues aún antes de la fecha fatal del 10 de enero, para la toma de posesión para un nuevo período, ya la retorcieron al mejor estilo orteguista, dejando de manifiesto que el famoso socialismo del siglo XXI no es más que un vulgar totalitarismo, disfrazado de populismo y soportado con los millones de dólares que proporciona el petróleo, riqueza que también el chavismo está poniendo en riesgo. ¿Quién ha visto o hablado con Chávez después de su operación? Nadie fuera de su séquito. Es por ello que pensar que pudo haber muerto y que tienen secuestrado su cadáver, o que está en extremo delicado y que por los múltiples intereses cubanos y de la cúpula de su partido lo mantienen con vida artificial mientras preparan las condiciones para continuar gobernando en su nombre. Recordemos que a la fecha nadie ha negado que el cáncer que padece haya logrado invadir órganos sensibles, lo que hace que de pronóstico reservado se pase a una certeza absoluta de un final fatal. Por ello es que me inclino por considerar al presidente Chávez como secuestrado por intereses de quienes lo rodean.
Ante este escenario, por el momento muy poco puede hacer la oposición y considero que la extrema prudencia mostrada por su líder el gobernador Capriles, ha sido la mejor respuesta. Ya que las mentiras sobre la salud de Chávez más temprano que tarde saldrán a flote, mientras tanto en Venezuela se acentúa la escasez de productos básicos, la delincuencia, la corrupción gubernamental y la inflación que a la fecha es la más alta en Latinoamérica. Esto hará que en su momento ese pueblo que hoy “delira” por Chávez abra los ojos y se dé cuenta de la estafa política de que están siendo objeto. Cuando ese momento llegue y tengan la seguridad que llegará, tendrán que llamar a elecciones y veremos que sin Chávez no hay chavismo. Mientras esto sucede en Venezuela, el resto del mundo democrático enfrenta un tremendo reto, me refiero a los Estados Unidos de Norteamérica, la Unión Europea y países del cono sur. Estos no deberían ver con indiferencia cómo a un país como Venezuela le es secuestrada su democracia y violentada su Constitución por un puñado de oportunistas que en nombre de un cadáver y con la complicidad de Cuba imponen sus intereses mediante una maniobra a todas luces inconstitucional, interrumpiendo con ello su débil democracia. Una respuesta enérgica a favor de la democracia por parte de estos países evitaría mucho sufrimiento a ese noble pueblo.
El autor fue comandante de la Resistencia Nicaragüense y actualmente miembro del PLI.
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