BOGOTÁ/AFP
Con liderazgo carismático, el incansable presidente Hugo Chávez dedicó buena parte de sus esfuerzos a conformar un bloque latinoamericano y caribeño, liberado de la influencia de Estados Unidos, apoyado en sus inagotables recursos petroleros. Así nacieron Petrocaribe, la Alianza Bolivariana de Nuestra América (Alba), la Unión de América del Sur (Unasur) o la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
“Lo que distinguió a Chávez desde el principio es que Venezuela para él era muy chica, él buscaba un escenario global”, señaló Michael Shifter, del centro Diálogo Interamericano en Washington.
Para Christopher Sabatini, del Consejo para las Américas en Washington, Chávez “le dio perfil y fuerza a una alianza abiertamente antiestadounidense en la región, pero esa coalición no tiene otro liderazgo que pueda reemplazarlo” en caso de que por su enfermedad no pueda continuar en el poder.
Aunque Sabatini considera que los acuerdos en marcha se mantendrán. “Pase lo que pase, el padrinazgo petrolero venezolano va a continuar. Siempre ha formado parte de su estrategia diplomática”.
NICARAGUA AFECTADA
Shifter considera que el vicepresidente Nicolás Maduro mantendría muchos de los convenios existentes con los países de la región, pero cree que “no tendrá ni ese compromiso ni ese impulso”. Además, en Venezuela se perfila una “crisis fiscal muy aguda y Cuba y Nicaragua serán los países más afectados”, aseveró.
Venezuela le suministra a Cuba 100,000 barriles diarios de petróleo en condiciones preferenciales. Cuba apoya a Venezuela con 40,000 médicos, paramédicos y enfermeros permanentes, y asesores y técnicos en muchas otras áreas, lo que representa el grueso de sus ingresos por servicios en el exterior, que ascienden a 6,000 millones de dólares al año.
“(…) Cuba no puede esperar nada positivo de una mayor inestabilidad política en Caracas”, indicó Arturo López Levy, académico de la Universidad de Denver (Colorado, EE.UU.). Omar Everleny Pérez, director del centro de estudios de economía cubana en la Universidad de La Habana, consideró improbable un corte abrupto en la relación económica, pero apuntó que su país busca “formas de reinserción internacional, nuevos socios comerciales”.
Otros países con alta dependencia petrolera de Venezuela son Nicaragua, que recibe 10 millones de barriles de crudo al año y otras ayudas sociales, y Uruguay con entre seis y ocho millones de barriles anuales, que equivalen a entre 45 y 50 por ciento de su consumo.
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