Gerald Hernández
Ayer, Johan García y Marlon Abea se fueron de 4-3 y dos remolques cada uno. Juan Carmilo de 4-2, con dos jonrones y cuatro impulsadas, y Juan Oviedo de 4-2 con un vuelacercas y dos producidas.
Edgar Ramírez, el ganador, tiró juegos completo de siete innings, cuatro hits, dos carreras y seis ponches.
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Parece que cada vez les cuesta más asimilar las derrotas a los fanáticos en nuestro beisbol y están demostrando su frustración tirando objetos al terreno de juego, lo que junto a la nula presencia policial en los estadios, provocó que anoche por segunda vez en esta temporada los árbitros penosamente pusieran fin a un partido por forfeit.
El Bóer superó claramente al Oriental en el primer juego de la semifinal de la Liga Profesional, anoche en Granada, pero los aficionados no esperaron que cayera el out 27 y en el octavo inning, tras un segundo jonrón de Juan Camilo en el partido, inundaron el campo con todo tipo de objetos.
La historia debe ser diferente esta noche (6:00 p.m.) en el Estadio Nacional Denis Martínez, en donde los directivos del Bóer siendo testigos de los antecedentes inmediatos, tienen la responsabilidad de asegurar la protección de los jugadores y de los mismos aficionados con un grueso número de policías.
A pesar del trago amargo del cierre, están nítidas las imágenes del tirador Edgar Ramírez coleccionando outs, únicamente afectado por un jonrón de dos carreras de Ofilio Castro en el sexto.
El dominicano Juan Figueroa, quien no lanzaba desde el 28 de diciembre por una inflamación en su brazo, no tuvo un buen retorno y fue descifrado en tres innings con cuatro carreras y cinco hits, entre ellos un jonrón de Juan Oviedo.
Figueroa sacó bien el primer inning, pero en el segundo Johan García y Marlon Abea produjeron una carrera cada uno con dobletes consecutivos, y en el tercero Oviedo puso la pelota en órbita.
En el quinto, con Róger Marín en el box, la fórmula García-Abea volvió a producir una carrera cada uno y el Bóer amplió su ventaja a 7-0, porque en el cuarto habían anotado una más.
El tablazo de Ofilio le dio un ligera esperanzas a los fanáticos, pero Camilo hundió a los Orientales con vuelacercas en el séptimo y el octavo para producir las últimas cuatro carreras.
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