Luis Eduardo Martínez M.
“Otro problema es que el precio bajó bastante”, dice Emilio Rodríguez Molina, quien cultiva siete manzanas de café de las variedades pacas, caturra y catimor en la finca San Vicente, en la comunidad Wasaka Arriba, del municipio El Tuma-La Dalia, en Matagalpa.
Rodríguez señala que por afectaciones de roya y antracnosis, sobre todo en variedades caturra y pacas, “aquí perdimos una manzana porque el catimor no ha sido afectado, entonces aquí sería renovar o perder ese café, porque ya hasta el palo se va secando”.
Aura Lila Sevilla Kuan, presidenta de Asocafemat, dice que los costos de renovación de las plantaciones alcanzan los cinco mil dólares por manzana, mientras que un plan de poda selectiva de las plantaciones menos afectadas costaría la mitad de ese monto.
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Mientras en la mayoría de las fincas de Matagalpa la cosecha cafetalera del ciclo 2012-2013 está en la etapa de “repela” o recolección de los últimos granos, los obreros de la zona han emigrado a las fincas de Jinotega, donde están en la etapa de máxima recolección.
Sin embargo, en Jinotega “lo que se ha venido madurando se ha caído y como no hay ganancia, algunos han optado por irse a otros países vecinos”, comenta Tomasa Cortedano, de la Federación Sindical de Trabajadores del Café en Matagalpa.
“No se esperaban estas situaciones de lluvia, roya, antracnosis y pensábamos que este año iba a ser satisfactoria la ganancia de los trabajadores, pero todo esto ha sido fuerte y en vez de invertir en mejoras para los trabajadores, los productores han tenido pérdidas y también hay pérdidas para los trabajadores del campo porque cortan poco”, afirma.
DE CAL Y ARENA
Cortedano considera que si los cafetaleros lograran emprender un plan de renovación de cafetales, una parte de los 50 mil cortadores que anualmente trabajan en las épocas de cosecha optarían a empleos durante la llamada época de silencio, que es cuando no hay colecta del grano.
Pero eso repercutirá en una menor producción y por consiguiente menor demanda de mano de obra en los próximos ciclos productivos del café.
“Si hay renovación este año, habrá más empleo en esa etapa de renovación, pero en la cosecha habrá menos empleo porque no habrá qué cortar y entonces lo que estamos viendo es que el Gobierno ofrezca mejores alternativas en préstamos y tome en cuenta las peticiones tanto del área sindical como la de los productores”, expresa Cortedano.
DESCAPITALIZADOS
Aura Lila Sevilla Kuan, presidenta de la Asociación de Cafetaleros de Matagalpa (Asocafemat), afirma que los cafetaleros están “descapitalizados y ese es uno de los problemas y a la vez una de las causas por las que nos ha atacado la roya, porque no tenemos capital suficiente para trabajar nuestras plantaciones”.
De acuerdo con el Plan Nacional de Producción 2012-2013, de 44,330 caficultores en el país, el 93 por ciento produce el grano en áreas inferiores a diez manzanas.
“No tengo los recursos y la cosa es que uno sale fregado si se logra enjaranar mucho, porque los intereses son carísimos por todos lados”, dice Emilio Rodríguez, productor de la comunidad Wasaka Arriba, en El Tuma-La Dalia.
En tanto, Sevilla subraya que el problema “debe ser un asunto de Gobierno y si hablamos de un programa de reactivación de la caficultura, estamos hablando de más de doscientos millones de dólares”.
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