Mateo Sancho Cardiel
Hace un par de años, Bradley Cooper era una cara bonita, cebo para taquillazos como The Hangover, pero el 24 de febrero y gracias a Silver Linings Playbook irá a los Óscar como nominado aunque no como favorito.
“Estoy en las nubes… no solo por competir con Daniel Day Lewis —al que reconoce como su actor favorito—, sino también con Denzel Washington, Joaquin Phoenix, Hugh Jackman… y creo que se me olvida uno”, dice en una entrevista con Efe, para luego recordar “¡ah, es verdad! Y yo. Es increíble”, se responde todavía algo sorprendido por verse entre nombres tan respetados en la industria. Bradley Cooper, protagonista de Limitless o A Team, ha dado este giro a su carrera gracias a su papel de Pat, un joven que, tras agredir al amante de su mujer, sale del centro psiquiátrico dispuesto a reformarse.
Al moverse en la cuerda floja entre lo hiriente y lo tiernísimo, y al comenzar una atípica relación con otra persona mentalmente inestable, Tiffany (Jennifer Lawrence) convierte este filme en una comedia al borde del llanto.
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