Argelia/AP
Casi un centenar de los 132 extranjeros tomados como rehenes por milicianos islamistas de al-Qaida fueron liberados de una planta de gas en el desierto del Sahara, informó ayer el servicio estatal de noticias de Argelia, que citó a un funcionario de seguridad.
El reporte sugirió un posible avance en el tenso asedio de la planta, luego que milicianos se apoderaron de esta el miércoles.
El gobierno argelino, dominado por el ejército, desestimó los ofrecimientos extranjeros de ayuda y lanzó un ataque militar para liberar a los rehenes. Según los milicianos, 35 rehenes murieron cuando los helicópteros argelinos abrieron fuego.
Los dormitorios de la planta ya estaban bajo control, dijo la agencia noticiosa del gobierno. Pero decenas de trabajadores seguían desaparecidos después que los militares dijeron que el ataque a los milicianos en la remota instalación en el desierto concluyó el jueves en la noche.
Pese a la falta de detalles estaba claro que el ataque que comenzó el viernes mató a por lo menos seis trabajadores de la fábrica, y quizás a muchos más. Los trabajadores secuestrados por los milicianos son estadounidenses, británicos, franceses, noruegos, rumanos, malayos, japoneses y argelinos.
Líderes de varias naciones manifestaron ayer preocupación por el modo en que Argelia manejaba la situación y por su aparente falta de comunicación. El gobierno estadounidense envió un avión de vigilancia no tripulado a la planta pero no pudo hacer más que observar la operación militar del jueves. Un funcionario estadounidense dijo que algunos rehenes de su país escaparon pero otros seguían cautivos o desaparecidos.
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