WASHINGTON/AFP
Katy Perry tenía una razón bastante simple para asistir en persona a la ceremonia de investidura del presidente estadounidense, este lunes en Washington: “¡Adoro a Obama!”. Con gafas de sol, la cantante estadounidense llegó pronto, del brazo de su novio, el cantante John Mayer, a una sección reservada a los VIP en la plataforma, a algunas decenas de metros del estrado de Barack Obama.
Hasta las celebridades tuvieron que arribar con bastante antelación por motivos de seguridad. Sin embargo, Katy Perry fue una de las afortunadas: la organización la desplazó a una posición mucho más cercana, desde la que describió, en unas palabras para la AFP, la dimensión histórica de la jornada: “¡Es un día increíble. Porque adoro a Obama!”, dijo exactamente.
Los VIP, la mayoría donantes de generosos cheques al comité de organización, eran numerosos, reconocibles por una insignia roja prendida en sus abrigos.
El actor Jeffrey Wright confió a la AFP que apoya a Obama desde que era representante por el estado de Illinois (norte de Estados Unidos). “Es el líder que le conviene a nuestra época, una época muy complicada”, explicó.
“Es una pena que no sea percibido en su justa medida por mucha gente en este país”, se lamentó Wright. Detrás de él, se encontraba el actor Marlon Wayans, actualmente en las salas de cine por “A Haunted House”, que aprovechó el momento para realizar la promoción de su película bromeando con otros famosos.
No obstante, confesó que en esta segunda ocasión trataba de saldar su deuda, ya que no acudió a la primera investidura de Obama por el frío que hacía aquel día de enero de 2009.
“Estoy muy contento de que haya conseguido un segundo mandato (…) Espero que puedan trabajar juntos, hoy todo el mundo muestra su mejor cara pero, como sabrá, no se puede hacer nada solo”, afirmó Wayans en alusión a los rivales republicanos de Barack Obama en el Congreso.
En la tribuna oficial, la actriz Eva Longoria, copresidenta del comité de organización de la investidura, estaba sentada a pocos metros del presidente, en medio de los legisladores de la nación. Sin embargo, la verdadera protagonista fue Beyoncé, que apareció para cantar el himno estadounidense y clausurar así la ceremonia.
En la anterior investidura, la estrella de la canción, admirada por las hijas de Obama, estaba sentada entre las personalidades VIP junto a su marido Jay-Z. En estos cuatro años, la pareja de estrellas participaron y organizaron veladas para recaudar fondos para la campaña de Barack Obama e, incluso, el rapero Jay-Z cantó en una reunión electoral del candidato demócrata antes de los comicios de noviembre.