Saúl Martínez
Vecinos del reparto Nuestra Señora de Candelaria, al sur de Chichigalpa, siguen abasteciéndose del pozo del parque de Aproquen y bañándose con el agua contaminada del río La Esperanza, pues aún no reciben agua limpia, pese a que se instalaron tuberías y se perforó un pozo.
“El agua (en algunas pruebas que han hecho) está saliendo sucia, por lo que tenemos que ir a buscarla”, dijo don Ricardo Cruz Jaime.
Los vecinos piden que el alcalde sandinista inconstitucional Víctor Sevilla adoquine las calles que han sido abiertas, para colocar las tuberías para evitar la polvareda y enfermedades en los niños.
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La semana antepasada los pobladores de ese barrio realizaron un tranque en la Carretera Panamericana para presionar a las autoridades de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal) a que terminaran de perforar el pozo que iniciaron el 5 de diciembre pasado y que se supone los abastecería de agua.
Pero las cosas no han marchado bien y hasta ayer los vecinos tenían que comprar agua para consumir en 50 córdobas (cinco galones).
Manuela Molina, representante de la Comisión del Agua del reparto Nuestra Señora de Candelaria, en sus cuatro etapas, dijo que después de ocho años lograron que las autoridades perforaran el pozo.
Mientras, en la zona norte del reparto Erick Ramírez, al norte de la misma ciudad de Chichigalpa, se quejaron de la falta de agua durante el día.
“Aquí esperamos despiertos después de las 10:00 de la noche que llegue el agua para recogerla en baldes, creo que hay mala distribución y debe superarse ese problema”, dijo don José Fletes, quien abrió la llave sin el chorro.
TAMBIÉN EN EL VIEJO
En la comarca Los Laureles, en la península de Cosigüina, El Viejo, más de 200 vecinos se levantaron en protesta porque supuestamente la alcaldesa sandinista inconstitucional Azucena García los quiere despojar del pozo de la comunidad El Chorro (que abastece a cuatro comunidades), ubicado en un terreno legalmente adquirido.
“Dicen que van a perforar un pozo para las comarcas Elena María, El Jicarito y Los Laureles, pero no lo aceptamos porque hay pruebas que fuera de El Chorro el agua es salobre”, dijo doña Anabel Hernández.
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