Elízabeth Romero
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La preocupación del diputado Alberto Lacayo, de la Bancada de Democrática, de revisar alternativas que les permita presentar una reforma a la Ley 431, Para el Régimen de Circulación Vehicular, encontró eco en representantes del sector transporte, quienes comparten la preocupación por el saldo mortal que dejaron los accidentes el año pasado, pero bajo algunas reservas.
Vidal Almendárez, de la Federación Nicaragüense de Cooperativas de Taxi (Fenicotaxi), se adelantó a manifestar su inquietud: ojalá que las reformas no sirvan para “abrir otro tipo de escenarios”.
El transportista no explicó en qué radican sus temores, pero refirió que no debe haber objeción por parte de su gremio en una revisión a la ley.
“Yo creo que este tipo de medidas en relación a gente que anda causando daños a la población (…), es correcto que se revise. Pero si revisar eso va abrir otro tipo de escenarios, yo creo que habría que valorarlo bien”, manifestó Almendárez.
LA PRENSA citó el pasado 22 de enero al diputado Alberto Lacayo, pronunciándose por reformas a la Ley 431 para que haya “tolerancia cero para el que en estado de ebriedad provoque un accidente y mate a alguien”.
Ramón Cruz, de la cooperativa de buses Parrales Vallejos, estimó que no se debe de tratar solo de endurecer las sanciones, sino que deben tomar en cuenta lo que llamó “elementos preventivos”, como el estado de las vías. “Hay que preguntarse cuántos alcoholímetros actualizados tiene la Policía determinados en el presupuesto que le da el Estado o si en todas las subestaciones hay alcoholímetros”, dijo Cruz, quien criticó que la Ley 431 se hizo tomando en cuenta la legislación española, dado que fue ese país que financió la misma.
Según cifras de la Policía Nacional, en 2012 murieron 667 personas. No hay un solo detenido.
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