Noel Amílcar Gallegos
La tarde de ayer los carretones y escobas no fueron utilizados por los trabajadores de la Alcaldía de Nindirí, porque estos se tomaron la municipalidad desde horas de la mañana exigiendo la destitución del director de servicios municipales y secretario político municipal, Enrique Narváez. Lo que al final de la tarde fue cumplido.
Alrededor de setenta trabajadores de esa municipalidad decidieron detener sus labores bajo el argumento de que no soportaban la actitud prepotente de Narváez.
“Esta persona es un dictador, hoy (ayer) vino junto al vicealcalde y la secretaria del Concejo a despotricar contra sus empleados y a exigirle a la alcaldesa (Clarissa Vivas) que corriera a cuatro directores de área. Por eso estamos exigiendo que se vaya este hombre, porque ya no se soporta, además está devengando doble salario, como funcionario de aquí y como secretario político municipal”, señaló un sindicalista.
La protesta inició a las 6:00 de la mañana y dos horas más tarde llegó el secretario político departamental y alcalde de Masaya, Orlando Noguera, para tratar de mediar en el conflicto.
Noguera arremetió contra los medios televisivos, escritos y radiales que cubrían la protesta, al exigir que no dejaran entrar a los medios de “la derecha”.
Luego trató de persuadir a los protestantes para que depusieran su paro, al punto de dejar entrever que la protesta era ilegal.
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