Gloria Picón Duarte
Después de 50 años de que se firmó el Tratado de Eliseo entre Alemania y Francia la amistad es algo cotidiano entre las dos naciones y hasta es vista como un matrimonio, pero la continuidad de la misma va depender de los jóvenes, según el criterio del embajador de Alemania en Nicaragua, Karl Otto König.
“La estrecha cooperación se ha vuelto algo cotidiano, juntos hemos logrado mucho. Para los jóvenes la amistad es una palabra sobreentendida, pero depende de la juventud y de su disponibilidad que la amistad continúe, cada generación tiene ese reto”, dijo el diplomático.
En su discurso de celebración de los 50 años de la unidad franco-alemana el embajador manifestó que el Tratado histórico de Eliseo fue de gran alcance político, porque se puso punto final a acciones bélicas de siglos y con el cual se allanó el camino a la cooperación política, económica, científica y cultural que se extendió más allá de la relación bilateral hacia toda Europa.
Mientras tanto el embajador de Francia en Nicaragua, Antoine Joly, indicó que la unión franco-alemana es un logro de hombres políticos que fueron verdaderos hombres de Estado, visionarios, pero también es un logro de ambos pueblos que escribieron una nueva página en su historia después de tres guerras.
“La juventud de nuestros días no sabría concebir el futuro sin ese acuerdo entre nuestros dos pueblos. Hoy el 85 por ciento de nuestra gente tiene una opinión positiva de su vecino”, aseguró Joly.
Por su parte König manifestó que en vista de los problemas globales es más que necesaria una amplia cooperación basada en buena educación, por lo cual destacó los intercambios que hay entre Alemania y Francia.
“En estos días muchas veces se compara la relación franco-alemana con una relación de matrimonio, pero ¿cómo mantener la dinámica y la pasión después de cinco décadas?, la fórmula del éxito es que se ha combinado lo despreocupado de los alemanes con la disciplina de los franceses”, dijo König.
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