Martha Vásquez
“Por un casco me mató”, fueron las últimas palabras de Marcos Cajina, el motorizado que recibió un disparo en la espalda, realizado por el policía Luis Urbina Escobar, según declaró ayer el testigo René Zapata en el inicio del juicio contra Urbina y Jorge Sánchez Hernández, otro expolicía implicado en los hechos.
La muerte de Cajina se registró el 20 de octubre del 2012, después que este no obedeció una señal de alto de los oficiales; estos lo siguieron y cuando la víctima entraba al taller Cajina, propiedad de su hermana, el oficial Urbina le disparó a quemarropa, según acusó la Fiscalía.
Los oficiales están siendo procesados por homicidio y omisión de auxilio; sin embargo Leonidas Arévalo, abogado de Urbina, dijo que probaría que no fue homicidio doloso sino imprudente.
Ayer habían pasado tres testigos con argumentos contundentes contra los policías, cuando el acusado Jorge Sánchez admitió los hechos y negoció pena mínima con la Fiscalía.
El juez Edgar Altamirano dictó clausura anticipada de juicio contra Sánchez, pero continuó el juicio contra Urbina.
De 15 testigos propuestos, ayer pasaron 7 y fue suspendido por falta de aire acondicionado en la sala. El juicio continuará el 5 de febrero.
Ver en la versión impresa las páginas: 5 A