Carla Torres Solórzano
Extraoficialmente se conoce que las autoridades del INSS llegaron a un acuerdo con parientes de Tomás Borge y la clínica pasó definitivamente a manos del Estado.
[/doap_box]
Cansado y molesto, don Mario Blandón reclamó a los empleados de la Farmacia Simón Bolívar por haberle comunicado después de cinco horas de espera que sus documentos estaban incompletos.
Al igual que Blandón, decenas de pacientes se quejan de pérdidas de documentos y largas horas de espera, las cuales se intensificaron con la llegada en diciembre del personal del Hospital Cruz Azul.
Fuentes ligadas a la Seguridad Social manifestaron que casi todo el personal anterior fue reemplazado por funcionarios de dicha clínica previsional sin brindar detalles del cambio.
“Está pésima la atención, no es solamente en la entrega de medicamentos, se tardan mucho en dar respuestas a las cartas de solicitudes de prótesis y operaciones. La pobre gente que viene fuera de Managua pierde tiempo y dinero”, dijo una paciente afuera del lugar, que solicitó el anonimato.
LA PRENSA buscó respuestas a las quejas y aclaración de dudas con Sonia Sánchez, directora de la Farmacia Simón Bolívar, pero se negó a brindar entrevistas.
Dicho servicio fue inaugurado en 1992 para entregar a asegurados y pensionados los medicamentos y autorizar procedimientos médicos fuera de cobertura del INSS.
Según datos oficiales, en el 2011 esta farmacia atendió a 91,598 pacientes; 6,218 de ellos bajo programas de alto costo como oncología e insuficiencia renal, entre otros casos.
Ver en la versión impresa las páginas: 3 A