Gerald Hernández
Probablemente ningún deporte esté más apegado a las estadísticas que el beisbol. Aún así, todavía no se alcanza a medir el desempeño defensivo de la misma forma que se evalúa matemáticamente a los bateadores y los lanzadores.
En los últimos años han surgido nuevas métricas para calcular la cobertura, eficiencia y consistencia de los defensores, pero si aquí todavía no estamos totalmente familiarizados con conceptos básicos como el OPS, mucho menos con los complicados RngR o UZR que utilizan los sabermétricos en las Grandes Ligas para determinar la actuación de los fildeadores.
De modo que en el aspecto defensivo dependemos en buena medida del ojo, porque la cantidad de errores cometidos no es el mejor parámetro. Varios de los ganadores de Guantes de Oro en las Mayores son también los que más cometen errores, porque generalmente por su alcance superior le llegan a más batazos y son los que arriesgan más en el campo.
Así que LA PRENSA entrevistó a 12 técnicos (tres de cada equipo), para determinar a los ganadores de los Guantes de Oro de la temporada 2012-13 de la Liga Profesional de nuestro país. La única regla fue que no podían votar por un fildeador de su mismo equipo. Aquí los ganadores:
Receptor: Kelly Ramos (Oriental)
El veterano receptor dominicano del Oriental es una muralla detrás del plató y aunque está atrás de Luis Alen en brazo, es especialista en guiar a los lanzadores y les transmite mucha confianza. “Con Ramos en el home, puede usar todo mi repertorio, incluyendo curvas en piconazo, sin el temor que nos las pueda atrapar. Además es muy aguerrido”, señala Carlos Estrella.
Primera base: Sandor Guido (Oriental)
Aunque no dispone de velocidad, lo que le resta cobertura, no deja pasar lo que se mueve a su alrededor y difícilmente se le escapa un tiro por muy complicado que sea a la inicial. La veteranía le da un valor agregado en cuanto a su ubicación dependiendo del bateador.
Segunda base: Jimmy González (Oriental)
Suele hacer de forma normal las jugadas que otros defensores las hacen lucir espectaculares. Su mayor debilidad es su variable estado de ánimo, el cual influye en sus movimientos y alcance en el campo.
Campo corto: Iván Marín (Tigres)
Le ganó una cerrada batalla a Ofilio Castro. Seis votaron por Marín y cinco por Ofilio. Marín es más acrobático y tiene mayor rango de cobertura, lo que es muy importante en cualquier posición, especialmente el campo corto. Ofilio tiene un mejor brazo y está más enfocado en el juego, pero el guante de Marín es cosa seria.
Tercera base: Yurendell de Caster (Tigres)
Además de ser el mejor bateador de la liga, Yurendell es un fino defensor de su posición. “Está pendiente de cada situación del juego. Es rápido, cubre mucho terreno, se desplaza bien, sus manos son seguras, disfruta el juego y no tiene miedo de lanzarse de cabeza por una pelota”, argumenta Jorge Luis Avellán acerca de las habilidades defensivas del curazaleño.
Jardineros: Francisco Santana (Or), José Campusano (Bo) y Dwight Britton (Le)
El dominicano Santana fue nombrado por los encuestados el mejor jardinero de la liga y lo acompañan su paisano José Campusano y el pinolero Dwight Britton. “Santana tiene velocidad y una gran cobertura, pero sobre todo un gran sentido de la ubicación, que lo hacen superior a Campusano y cualquier otro fildeador de la liga”, señala el mánager del Bóer, Julio Sánchez.
Los tres patrulleros recibieron siete votos cada uno, para superar a Ramón Flores, quien obtuvo seis, y a Renato Morales, que recibió cuatro nominaciones.
Lanzador: Juan Figueroa (OR) y Wilder Rayo (LE)
Figueroa y Rayo compartieron la distinción de los lanzadores que mejor defienden su posición con tres votos cada uno. Julio Raudez fue mencionado dos veces.
Utility: Wuillians Vásquez (Tigres)
Vásquez jugó casi todas las posiciones esta temporada y lo hizo en gran forma en cada una de ellas. “Es el jugador más completo que hay en la liga. No es que resuelve en cada posición, sino que lo hace muy bien, ya sea en los jardines o en el infield”, señaló Jorge Luis Avellán.
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