Josué Bravo
CORRESPONSAL / COSTA RICA
Durante los últimos días, Nicaragua se ha convertido en el “refugio” de dos costarricenses buscados por la justicia de su país por diferentes causas contrarias a la ley. El más reciente caso es el de Juan Carlos Quesada Salas, un exgerente del estatal Banco Nacional (BN), quien asaltó el fin de semana pasado la misma agencia bancaria que regentaba.
Quesada era gerente de la agencia del BN en Santa Teresa de Cóbano, Puntarenas, Pacífico del país, hasta que el sábado sustrajo de las bóvedas del banco 378 millones de colones (unos 750 mil dólares) para entregárselos a delincuentes que lo habrían coaccionado, según declaró.
Tras dejar el botín en la cabina donde vivía en Cóbano y huir de los supuestos delincuentes que se llevaron el dinero, según dijo, cruzó ilegalmente a Nicaragua el domingo pasado; regresando el jueves por la tarde para entregarse a la fiscalía, que ahora lo acusa del delito de peculado, por lo que un juzgado le dictó tres meses de prisión preventiva.
“Crucé por Nicaragua por un punto (ciego) donde se cruza”, dijo el exgerente a un canal local, en la única entrevista que brindó a un medio de comunicación antes de entregarse a las autoridades.
“(Quesada) estuvo dentro y fuera del país. Anduvo por varios lugares hasta que, finalmente, salió y estuvo en Nicaragua. Obviamente, salió de manera ilegal”, añadió su abogado defensor, José Miguel Villalobos.
Villalobos y otro abogado defensor, fueron a traer en un vehículo particular a Quesada que se encontraba en Peñas Blancas, para acompañarlo a la fiscalía el jueves que se entregó.
Otro que aún se mantiene en fuga en Nicaragua, es el exdiputado Rigoberto Abarca, quien es originario de la zona norte de Costa Rica.
En febrero de 2009, el Tribunal de Juicio de San Carlos, norte de Costa Rica, lo condenó a 5 años de prisión por Administración Fraudulenta. El 7 de diciembre pasado, la Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia lo recalificó como peculado en perjuicio del Estado y desde finales del año pasado se mantiene huyendo.
“Los informes en nuestro poder indican que el señor Abarca está en Nicaragua”, dijo Alba Campos, Fiscal Regional Adjunta de Ciudad Quesada, norte de Costa Rica.