Miles de manifestantes marcharon ayer en Washington para exigir que el Congreso renueve la prohibición de armas de asalto y adopte medidas que restrinjan el acceso a las armas, tras la masacre en una escuela primaria en Connecticut en diciembre. Los participantes de la marcha, convocada en Facebook, portaban pancartas y una enorme manta azul con mensajes para exigir la renovación de una ley federal que caducó en 2004 y que prohíbe la venta de armas de asalto.
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