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Credito: Derek Jeter es uno de los símbolos de los exitosos Yanquis de 1998, quienes impactaron en toda la temporada. LA PRENSA/ARCHIVO

Los mejores de la historia

Al receso del Juego de Estrellas en 1998, los Yanquis tenían ventaja de 11 juegos en el Este de la Liga Americana, y para el 18 de agosto, la habían duplicado. Su récord era 92-30 y no había dudas que irían a postemporada. Lo única duda era si impondrían récord de victorias.

Buster Olney/ ESPN

Al receso del Juego de Estrellas en 1998, los Yanquis tenían ventaja de 11 juegos en el Este de la Liga Americana, y para el 18 de agosto, la habían duplicado. Su récord era 92-30 y no había dudas que irían a postemporada. Lo única duda era si impondrían récord de victorias.

De hecho, nadie se dio cuenta cuando aseguraron un puesto en los playoffs, cosa que pasó el 29 de agosto, tras vencer 11-6 a Seattle. Los jugadores se enteraron gracias a que los reporteros se lo decían, en vez de pasar tensiones en un partido a finales de septiembre.

Pero en ese año, a los Yanquis no les importaba demasiado solo llegar a los playoffs, o solo llegar a la Serie Mundial. Sentían que habían dejado pasar una gran oportunidad en 1997 ante los Indios, y entraron a 1998 con la misión de ganarlo todo. O morir en el intento.

1.- YANQUIS DE 1998

Este equipo tuvo la mejor temporada en la historia del beisbol. Aplastaron a los equipos con su rotación, con la profundidad de su alineación, con su bullpen, con su banca. Superaron en carreraje a los contrarios por 309 anotaciones. Cada miembro de su alineación tuvo un porcentaje de embase de al menos .350. Lideraron la Liga Americana en efectividad por poco menos de media carrera por juego. Permitieron solo 37 carreras sucias en toda la temporada, uno de los totales más bajos de la historia en ese momento. Sus bateadores acumularon casi 200 bases más de las concedidas por sus pícheres. Hicieron en el playoffs lo que habían hecho durante todo el año. Ganaron 11 de 13 partidos y vencieron a los contrarios 62-34 en las tres rondas de playoffs. Literalmente acribillaron a los contrarios.

Los Rojos de 1975 fueron un equipo increíble, lleno de jugadores con calibre del Salón de la Fama, y su diferencial de carreras fue de 55 carreras menos que el de los Yanquis de 1998. Los Yanquis de 1927 y 1939 fueron dos de los equipos más grandes en la historia, pero tuvieron menos obstáculos: solo había 16 equipos en las Mayores, no 30, y solo se celebraba una ronda de playoffs. Los dueños se reservaban el derecho de mantener a sus jugadores estelares y pagarles lo que quisieran, en vez de verlos irse a la agencia libre.

2.- YANQUIS DE 1939

Ellos ganaron la Liga Americana por 17 partidos, y aunque tuvieron una alineación prolífica —tuvieron un equipo con porcentaje de embase de .374— fue su picheo lo que los separó del resto. La diferencia entre la efectividad combinada de sus lanzadores y el promedio de la liga, de 1.31 carreras por juego, es la más grande en la historia del beisbol.

3.- ORIOLES DE 1970

Tuvieron marca de 108-54 en la temporada regular, y no tuvieron problemas en las dos rondas de la postemporada, al barrer a los Mellizos para luego vencer a los Rojos de Cincinnati en cinco juegos. Tenían la mejor ofensiva, el mejor picheo y jugaban la mejor defensiva, particularmente por el hecho de que su mánager Earl Weaver tenía un entendimiento de la eficiencia del out más de tres décadas atrás antes del Moneyball.

4.- YANQUIS DE 1927

Tuvieron marca de 110-44, porcentaje de victorias de .714. Babe Ruth conectó 60 jonrones, y ningún otro equipo en la Liga Americana conectó más de 56; totalizaron 158 jonrones. En un periodo de 11 juegos en julio, la Fila de Asesinos anotó en doble dígito siete veces.

5.- ROJOS DE 1975

Aseguraron un puesto en los playoffs a principios de septiembre y terminando el año con marca de 108-54. Cada jugador de los Rojos en el medio del diamante, el receptor Johnny Bench, el intermedista Joe Morgan, el campocorto Davey Concepción y el jardinero central César Gerónimo, ganaron Guantes de Oro. Y a pesar que los Rojos no tuvieron el mejor picheo de la liga, el suyo fue bastante bueno. El manager Sparky Anderson dependió mucho de su bullpen.

6.- ATLÉTICOS DE 1929

Este equipo estaba repleto de peloteros que terminarían en Cooperstown: El receptor Mickey Cochrane, el primera base Jimmy Foxx, el jardinero Al Simmons, Eddie Collins, el lanzador Lefty Grove y el mánager Connie Mack. Ellos ganaron 104 juegos y perdieron 46, y enterraron a los Cachorros en cinco partidos en la Serie Mundial.

7.- TIGRES DE 1984

El 24 de mayo ya tenían ventaja de 8.5 juegos en el Este de la Americana, tras abrir la temporada con marca de 35-5. Barrieron a los Reales en la Serie de Campeonato, para luego apalear sin piedad a los Padres en la Serie Mundial. Jack Morris encabezó una rotación sólida, pero el bullpen fue dominante. Willie Hernández tuvo una de las mejores temporadas en la historia para un relevista, al lanzar 140.1 entradas, tuvo efectividad de 1.91, y ganó el Cy Young de la Liga Americana y fue también el Jugador Más Valioso.

8.- CACHORROS DE 1907

En 1998, el equipo de relaciones públicas de los Yanquis se la pasaba informando sobre el récord del equipo y sus estadísticas en comparación con otros grandes equipos en la historia de la era moderna, y cada día, parecía que el estándar de victorias y derrotas había sido establecido por los Cachorros de 1906. Tuvieron marca de 116-36, con efectividad colectiva de 1.75. Pero perdieron la Serie Mundial ese año. Se recuperaron en gran forma, al lograr récord de 107-45 en 1907, mientras su cuerpo de lanzadores compilaba efectividad de 1.73; ganaron la Liga Nacional por 17 juegos, con un diferencial de carreras de 181, un número asombroso en la Era de la Bola Muerta. Al tener otra oportunidad de luchar en la Serie Mundial, barrieron a los Tigres en cuatro juegos.

9.- METS DE 1986

Si Boston hubiese conseguido ese último out en la Serie Mundial, los Mets habría sido recordado más por lo que no pudieron hacer, gracias a las oportunidades perdidas en 1987 y 1988. Pero la rola de Mookie Wilson pasó por entre las piernas de Bill Buckner, los Mets vivieron para disputar un Juego 7, y el contexto en que se recuerda a Dwight Gooden, Darryl Strawberry, Lenny Dykstra y el resto de este increíblemente profundo y talentoso roster quedó alterado para siempre. Los Mets tuvieron marca de 108-54 en la temporada.

10.- AZULEJOS DE 1983

Fueron el primer equipo en casi dos décadas en ganar cetros consecutivos, gracias a su profunda y bien construida plantilla. Desarrollaron jugadores como John Olerud, Pat Hentgen y Juan Guzman, cambiado por Roberto Alomar y Joe Carter en un mega cambio que solo tomó algunas horas para ser completado, y se convirtieron en maestros de los cambios a mitad de temporada —y en 1993—, eso significó añadir a Rickey Henderson.

Llenaron su equipo con estrellas viejas y establecidas como Paul Molitor, quien bateó .332 esa temporada; Olerud, Molitor y Alomar terminaron 1-2-3 en la contienda por el cetro de bateo. Era un tiempo diferente en Toronto: Este equipo, que venía de ganar el título en 1992 y de jugar en el SkyDome, atrajo más de cuatro millones de fanáticos. Era un espectáculo.

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