No sé qué más vamos a ver en esta Serie Final de beisbol entre los Tigres y el Oriental, en la Liga Profesional.
Cuando creemos que lo hemos visto todo, surge una nueva perspectiva. Y cuando creemos que podemos predecir lo que viene, hace un giro de lo más inesperado que nos deja en el aire.
Aquí se pasó de juegos de marcadores abultados (10-1 y 8-3) a desafíos apretados (2-1 y 9-8) y en entradas extras (en 10 y 12 innings). De batallas decididas por un jonrón (Wuilliams Vásquez) o un sencillo (Ofilio Castro).
Y si aún faltaba más emoción, Danilo Sotelo, que ya estaba sin uniforme, literalmente se vistió de héroe y le dio el puntillazo a los Tigres, quienes vieron escurrirse una ventaja de cinco, para caer en el último instante.
Primero nos impactaron los Tigres, no solo porque llegaron a acumular una ventaja de 3-0 en la serie, sino porque en cada partido, mostraron una superioridad ostensible sobre el Oriental, que parecía muerto.
Pero entonces, el Oriental se excedió y ha sido más espectacular aún, con esos dos dramáticos triunfos, justo cuando estaba colocado al pie de la tumba. Y ha ganado con todo el mérito del caso, evitando la barrida y dando fuerza a un posible milagro.
¿Qué viene ahora? Nadie lo sabe. Una de las virtudes del beisbol, es que hace quedar en ridículo al más sabio. Los Tigres siguen arriba (3-2), pero el Oriental podría ser el más inspirado ahora. ¿Será ese el factor decisivo?
A lo mejor. Lo que sí es claro, es que Chinandega, que estaba listo para celebrar, está ahora preocupado por ganar el partidito que se le ha escapado dos veces.
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