Las vacas alimentadas con linaza producen productos lácteos más nutritivos, enriquecidos con ácidos grasos omega 3 y menos grasa saturada, según un estudio realizado por el investigador Gerd Bobe, de la Universidad Estatal de Oregon (Estados Unidos) y publicado en el Journal of Dairy Science.
En general, dietas altas en grasas saturadas pueden aumentar el colesterol y las enfermedades del corazón, mientras que aquellas ricas en ácidos grasos omega 3 y otros ácidos grasos polinsaturados podrían reducir el riesgo de enfermedades del corazón.
Las vacas suelen ser alimentadas con mezclas de piensos de maíz, granos, heno y ensilaje de hierba, lo que se traduce en productos lácteos con bajas concentraciones de ácidos grasos omega 3 y otras grasas polinsaturadas, señala Bobe.
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