Vladimir Vásquez
Hasta hace poco la polémica sobre la utilización de células madre obtenidas de fetos dividía a moros y cristianos.
Sin embargo, ahora un grupo de científicos encontró estas mismas células en la grasa de adultos y ahora la usan para tratar heridas, cicatrices, cartílagos y reducir inflamaciones generadas por la artritis.
El Hospital Vivian Pellas será el primero en usar esta tecnología en Nicaragua y el país será pionero a nivel latinoamericano.
Los doctores Ramón Llull y Michael Carstens crearon una máquina que permite separar de forma sencilla las células madre de la grasa extraída con un proceso de liposucción.
El tratamiento también permitió que pacientes con padecimientos en las rodillas lograran recuperarse de sus afecciones.
La grasa de los niños permite la obtención de una mayor cantidad de células que la de adultos, pero su uso no es con embriones.
El Hospital Vivian Pellas realizará un congreso médico el jueves 31 y viernes primero de febrero para tratar este tema.
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Las células madre son consideradas como la materia prima del organismo. Son capaces de dividirse y dar origen a diferentes tipos de células especializadas que dan forma al cuerpo humano, ese es el secreto de su éxito.
PROCEDIMIENTO AUTÓLOGO
El doctor Carstens explica que el único propósito de la máquina que denominan GID (Get it Done, por sus siglas en inglés) es el de extraer células madre de la grasa para que puedan ser reutilizadas en la misma persona para tratar alguna deformación en la piel derivada de quemaduras, cicatrices o heridas.
Durante el proceso de investigación descubrieron que también pueden utilizarse para reducir la inflamación de las articulaciones provocada por la artritis y reafirmar implantes de senos a mujeres afectadas por el cáncer.
El tratamiento puede ser usado tanto en niños como en adultos y solo pueden utilizarse las células en la persona que provee la grasa.
El primer paso es someter al paciente a una liposucción para extraer la grasa que se utilizará en el proceso.
Esta grasa debe ser limpiada para evitar cualquier tipo de contaminación y que esto a la vez permita la separación de las células que se utilizarán al final del procedimiento.
Una vez que se lava la grasa esta pasa por un proceso de centrifugado que posteriormente permite la extracción de las células con una aguja.
Cada centímetro cúbico de grasa genera unas 500,000 células madre, de las cuales son necesarias unas 200,000 en promedio para el tratamiento de la parte afectada.
El paso final es la reinserción de estas células en la grasa limpia que luego es aplicada en las zonas donde se necesite recuperar tejido.
En el caso de las cicatrices, estas son inyectadas alrededor de la parte afectada para suavizarla, explica el doctor Llull, que también participó en la creación de la máquina que funcionará en Nicaragua en unos cuatro meses.
Todo ese procedimiento dura aproximadamente una hora y el paciente no necesita ser despertado e intervenido en varias ocasiones, sino que con una sola cirugía es suficiente, dicen los especialistas.
Según la experiencia que tienen en países como España, el tejido mejora su aspecto un 90 por ciento aproximadamente y no es rechazado por el cuerpo debido a que se reutilizan sus propios tejidos.
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