Los servicios municipales son un compromiso obligatorio para los funcionarios servidores públicos, electos y nombrados; para la ciudadanía estos mismos servicios, son una necesidad colectiva. Esta visión es la que no deben perder de vista los ciudadanos de cada uno de los 153 municipios de la República de Nicaragua. Desafortunadamente, la ciudadanía se ha acostumbrado y se ha atemperado a que los funcionarios servidores públicos que laboran en las municipalidades realicen trabajos que no les competen según la Ley 40 y sus reformas en la Ley 261.
Las alcaldías son autónomas, son personas jurídicas, tienen poder local, son gobiernos locales. Por lo tanto, tienen la más alta responsabilidad de responder a los intereses de la ciudadanía que los elige y que les ordena organizar el trabajo municipal y los servicios locales públicos, todo eso con los dineros de la ciudadanía, con los recursos y el esfuerzo de los ciudadanos que pagan sus impuestos. Precisamente por esto último es que las administraciones locales están obligadas por la Ley y la Constitución Política a trabajar en función de las necesidades de la ciudadanía ubicada en cada municipio. Esto además, es un compromiso ético y moral como servidor público en Nicaragua.
Las autoridades municipales tienen el compromiso y la obligación de preocuparse por la planificación y organización de los servicios municipales en favor del desarrollo local y de la población asentada en el territorio del municipio correspondiente. Es decir, esto es su obligación, para eso son elegidos entre otros ciudadanos. Aunque en nuestro caso fueron designados, pero, para hacer servicio público.
La Alcaldía debe asegurar la recolección eficiente y eficaz de la basura de todo el municipio; la municipalidad debe organizar el territorio municipal de una forma que prevenga la inseguridad ciudadana; la comuna debe dar mantenimiento a los cementerios del municipio; la administración municipal debe organizar e influir en la calidad del servicio de transporte local e intermunicipal; la Alcaldía debe cuidar que los rótulos y anuncios de madera, tela, papel y metálicos no obstaculicen la visión ciudadana, tanto del peatón como de los conductores. Las administraciones municipales deben de controlar los servicios de registros ciudadanos, de nacimientos y fallecimientos de manera eficiente. La Alcaldía debe trabajar en conjunto con la empresa que comercializa la energía eléctrica para asegurar el alumbrado público. La Alcaldía debe de preocuparse y responsabilizarse de la señalización vial y peatonal en el municipio. La Alcaldía debe dar mantenimiento a las calles pavimentadas y adoquinadas, superar y corregir los huecos y zanjas en las calles y avenidas de Managua. Asegurar que sean accesibles los andenes y aceras para servir a las personas con discapacidad. Y, hacer la ciudad más humana.
Si todo lo anterior es en gran parte lo que deben hacer las administraciones municipales y esto no lo vemos hecho realidad en el caso de Managua, las preguntas obligadas serán, ¿y qué hacen los funcionarios de la Alcaldía de Managua? ¿Dónde están los recursos financieros y económicos de la ciudadanía de Managua para invertirlos en servicios públicos? ¿Cuándo atenderán eficientemente en las ventanillas de la Alcaldía de Managua a la ciudadanía? ¿Cuándo los Managua lograremos una ciudad humanamente organizada y construida? ¿Dónde está la inteligencia de los funcionarios de la Alcaldía de Managua? ¿Dónde está el principio de servidor público de lo funcionarios de la Alcaldía de Managua? Hasta que la ciudadanía lo demande, lo exija, lo reclame, lo tendremos. EL autor es Sociólogo e Investigador Social [email protected]
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