Eddy López Hernández
En cada celda hay un hueco en el piso donde los reos hacen sus necesidades fisiológicas y muy pocas veces los sacan al sol.
Las celdas preventivas, ubicadas en el área de Auxilio Judicial, no fueron diseñadas bajo las normas establecidas.
Al no contar con un presupuesto de cobertura de mantenimiento anual, el edificio policial comienza a presentar daños.
Se han ocupado en las requisas puyas y otros objetos cortopunzantes que los reos extraen de la misma infraestructura deteriorada.
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Jessenia de los Ángeles Téllez Morales, de 21 años, tiene ocho meses de embarazo y cumple una condena de trece años. Permanece desde hace más de siete meses en las celdas preventivas de León, donde el hacinamiento ya está causando problemas de salud para los privados de libertad que viven en condiciones infrahumanas.
“No aguanto, me gustaría que me den mejores condiciones, el embarazo ya me tiene agotada, en el penal (de Chinandega) hay cunas, pero el penal no me quiere recibir, estas celdas solo son preventivas y entiendo eso, los oficiales han sido buenos y quiero que me ayuden”, dijo Téllez.
El comisionado Luis Barrantes, jefe de la Policía de León, dijo que la situación es difícil en el sentido que el Sistema Penitenciario no está recibiendo a todos los reos que se encuentran en las celdas de León.
“En aras de poder garantizar los derechos de los detenidos se ha conformado un patronato de reos, en donde participan la comunidad católica, evangélica, médicos especialistas, personas del ámbito civil, profesionales, al igual que empresarios para mejorar las condiciones de encarcelamiento”, dijo.
El funcionario dijo: “Tenemos que crear estas medidas (el patronato) a efecto de mejorar la infraestructura, mejorar la alimentación y la salud”.
“Hemos establecido como prioridad la infraestructura y crear nuevos ambientes para recibir a más detenidos”, concluyó.
NO HAY ESPACIO NI PARA DORMIR
Milton Rafael García López, otro de los reos condenados, dijo que en la celda donde fue ubicado hay 25 reos, cuando la capacidad es para cinco.
La hermana Ana Gelabert, representante del Proyecto Libertad, manifestó que las condiciones de las celdas son infrahumanas “porque en un espacio que debería ser para cinco personas hay 24 reos y ni siquiera tienen espacio para dormir, ni moverse, el espacio que tienen es insuficiente”.
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