Elízabeth Romero
Aunque no lo dicen oficialmente, hay socios de cooperativas del Transporte Urbano Colectivo (TUC) de Managua que consideran como “un despojo” la implementación del sistema de pago con tarjeta electrónica en los buses.
La Cooperativa sandinista Parrales Vallejos se limitó a reaccionar en desacuerdo con esta disposición del Instituto Regulador del Transporte del Municipio de Managua (Irtramma), porque, aseguran, significaría controlar sus recursos.
Según estimaciones de algunos transportistas, el servicio del TUC en la capital representa un importante negocio. Por ejemplo, a diario esos buses trasladan alrededor de 800 mil usuarios, por lo cual se estima que por lo menos el ingreso que manejaría la empresa a cargo de la distribución de las tarjetas es de 730 millones de córdobas anuales.
Hasta el momento se desconoce qué empresa asumirá la distribución de estas tarjetas. El pasado 28 de enero el director del Irtramma, Francisco Alvarado, únicamente anunció lo relacionado con el sistema, que se trata de tarjetas electrónicas recargables, a las que será depositado el equivalente a la cantidad de pasajes que el usuario pague. Y que dispondrá de unos 600 sitios donde la ciudadanía podrá hacer la recarga, similar a la de telefonía celular.
En esa ocasión Alvarado consideró como beneficios para el usuario que “dejará de portar dinero” y el conductor “dejará de contar el pasaje y los vueltos”.
¿QUIÉN MANEJARÁ EL DINERO?
Por su parte, Carlos Alemán, presidente de la Cooperativa Parrales Vallejos, señaló que en esa cooperativa cada socio es dueño de su unidad y por tanto son ellos quienes deben administrar su dinero.
“¿Por qué alguien del Instituto regulador va a imponer a las cooperativas que somos autónomas y administramos nuestro dinero”, se preguntó Alemán.
“Quiero que entiendan como dice la Ley General de Cooperativas en el artículo 3, que nosotros somos autónomos y somos nosotros las cooperativas las que pueden tomar decisiones”, insistió.
Alemán invitó a los presidentes de otras cooperativas a que analicen a la mayor brevedad esta situación que les afecta como cooperados, pues considera que servirá para mayor control de las cooperativas del transporte.
Alemán criticó que anteriormente el Irtramma los hizo incurrir en gastos de tres mil dólares para instalar las barras electrónicas que actualmente utilizan en los autobuses del TUC de Managua. Estas barras dejarán de funcionar si aceptan el nuevo sistema.
René Escobar, de la Cooperativa Casimiro Sotelo, afirmó que en su organización desconocen todo lo relacionado con la tarjeta electrónica. “No sabemos cuáles son las reglas de eso”, sostuvo Escobar, tras señalar que por todos lados resultan perjudicados al no tener una coordinación sostenida entre cooperativas e Irtramma.
Escobar demandó que Irtramma empiece por revisar los problemas que enfrentan, como la falta de bahías en las paradas de buses. “Una o dos que hicieron allí para hacer grande la cosa en la Centroamérica”, criticó Escobar.
Alemán, por su parte, instó al Irtramma que empiece por ordenar los buses interurbanos que cuando ingresan a los corredores en la capital suben pasajeros a quienes les cobran la misma tarifa, como es el caso de las rutas que brindan servicio a Tipitapa.
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