14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

La calidad educativa: una tarea pendiente

Arturo Rojas Huerta

Seguramente la frase más repetida en estos últimos 30 años en Nicaragua sea: “Para salir del subdesarrollo hay que invertir en educación”. Paradójicamente esta es la frase que menos se aplica.

Los gobiernos de las tres últimas décadas han sido indiferentes a las necesidades del sistema educativo y han sido ciegos a las virtudes de una buena educación y los réditos que genera invertir en ella, en cambio, ven a la educación como algo no prioritario. Pues no saben o no se quieren dar cuenta que si no tenemos gente que sea capaz de inventar e innovar jamás se saldrá de la pobreza material y espiritual en la cual estamos inmersos. Porque se debe estar claro que el desarrollo humano de un país depende en gran medida del nivel educativo y cultural del mismo. En efecto, la escuela, al elevar el nivel cultural de los individuos, aumenta también sus capacidades y, sobre todo, les otorga una base para la cualificación profesional, imprescindible para lograr el ansiado desarrollo. No en vano se observa que los países que tienen un alto o bajo nivel de desarrollo humano tienen también un alto o bajo nivel educativo.

Por la indiferencia de los gobiernos, la clase política y de los ciudadanos se puede ver que los estudiantes egresados de la secundaria no cuentan con los aprendizajes elementales para enfrentar la dinámica de una sociedad que avanza por el valor agregado que generan los conocimientos, los lenguajes abstractos, los mecanismos informáticos y digitales, y que se mueve al ritmo de los descubrimientos de la ciencia y la tecnología. Esto los reduce a la condición de pobres por ignorancia, con la única posibilidad de acceder a empleos mal pagados, o al subempleo, o a ser sujetos cautivos para engrosar las filas de la migración o de la delincuencia, por desesperación o abandono social. Solo una minoría privilegiada puede ser parte de la modernidad digital y tecnológica, por su capacidad para alcanzar altos niveles de educación formal, pero esto solo hace más ricos a algunos y más pobres a todos los demás.

Por lo que para empezar a mejorar la educación no solo debemos tener en cuenta el aumento del presupuesto destinado a educación, sino también la mejora de su calidad. Para eso en primer lugar se necesita reivindicar la labor docente, no solo social sino económicamente, luego capacitarlos permanentemente e incorporar personal docente solo por méritos académicos y no por méritos políticos o partidarios. Y luego evaluar a los docentes no por la cantidad de estudiantes aprobados que tengan, sino por su desempeño pedagógico y por cuanto han aprendido sus alumnos. Y en segundo lugar el sistema educativo nicaragüense debe promover la autonomía escolar, porque lo que actualmente hace es más bien buscar homologar lo más posible a todos los centros educativos en un modelo, un currículo, un enfoque de programas de evaluación, de estándares de aprendizaje, lo cual es ridículo. Debido a lo cual siempre se encontrará en las escuelas públicas profesores que dicen “esto no se puede hacer, esto no te lo permite el ministerio, que la norma dice esto”, por lo que no hay espacio para la innovación y la creatividad docente porque está explícitamente prohibida porque con un enfoque así no hay manera.

Entonces tomando en cuenta estos dos puntos se comenzará a romper de una vez por todas con el pésimo sistema educativo nicaragüense y se buscará vivir experiencias innovadoras que puedan ser disruptivas y lograr la calidad en la educación. Además de ser agresivos para implementar y empujar programas a largo plazo que promuevan actividades sistemáticas de investigación y de desarrollo, lo cual debe estar respaldada por el Estado.

El autor es maestrante en pedagogía con mención en docencia universitaria, . UNAN-Managua.

Opinión Calidad educación Nicaragua archivo
×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí