Desde 1976 —año en que surgió el primer brote de roya en el istmo— nunca había impactado tanto como ahora. Las estimaciones de pérdidas continúan incrementando y ahora se prevé que en la cosecha 2012-2013 Nicaragua dejará de producir unos 600 mil quintales de café, según la Organización Centroamericana de Exportadores de Café (Orceca).
Al precio promedio actual esto representaría una merma de al menos 90 millones de dólares en ingresos por exportaciones, a los cuales habrá que sumarles la inversión que deben realizar los caficultores para proteger y renovar las plantaciones.
Esas estimaciones son muy superiores a las que se derivan de los informes oficiales. Según el Ministerio Agropecuario y Forestal (Magfor), en el estudio llamado Situación de la roya del cafeto en Nicaragua 2013, a diciembre del año pasado estaban afectadas 55,387.36 de las 150,710.70 manzanas de café que se cultivan en Nueva Segovia, Madriz, Estelí, Jinotega y Matagalpa (departamentos que tienen el 83.63 por ciento de la producción nacional).
Eso provocaría una reducción de unos 200,000 quintales en la cosecha 2012-2013, que se proyectaba en 1.97 millones de quintales.
Durante una sesión extraordinaria en San Salvador esta semana, la Orceca concluyó que “el 100 por ciento del área cafetalera ha sufrido infección, inclusive en el café cultivado en mayor altitud”, que hasta antes del actual brote nunca había sido afectado, dice un comunicado publicado por la organización.
Pero en esta ocasión el brote no llegó solo. Ahora invadió los cafetales acompañado por la antracnosis, “lo que ha provocado que parte del café se seque sin madurar, lo que afecta también en las disponibilidades de café a exportar, ya que se afectan los rendimientos y calidades”.
En el estudio del Magfor se revela que los cafetales de Nicaragua están siendo atacados por la roya, la antracnosis, el pellejillo, el ojo de gallo y la broca.
José Ángel Buitrago, presidente de la Asociación de Exportadores de Café de Nicaragua (Excan) y presidente de la Orceca, afirma que las pérdidas se podrán precisar cuando termine el corte de la cosecha, previsto para el próximo mes.
Pero, advierte, “desde ya se debería estar fumigando el material que ya se sabe que tiene roya”, para que no continúen esparciéndose las esporas.
Orceca recalca la necesidad de que los gobiernos de la región “cierren filas” con el sector cafetalero. Buitrago recalca que en Nicaragua se debe decretar la emergencia fitosanitaria para que se puedan concentrar recursos públicos y privados para atender la crisis del café porque “ahorita no se está haciendo nada y la roya sigue avanzando”.
“ES PREMATURO”
Luis Osorio, secretario técnico de la público-privada Comisión Nacional del Café (Conacafé) afirma que “todavía es muy prematuro” estimar pérdidas, debido a que “un 30 por ciento de cosecha está en el campo”.
Afirma que Conacafé hará un monitoreo en los beneficios y plantaciones de café más grandes “para saber cuánto ha sido el acopio” y poder cuantificar la producción.
Osorio es más optimista y menciona que ha cesado la lluvia en las zonas donde aún hay cortes y el café que se cayó está siendo recogido. “Parte de ese café se va a recuperar”, sostiene, aunque reconoce que esto reduce la calidad.
15%
del empleo nacional (unas 350 mil plazas directas e indirectas) genera el café, según estimaciones del Programa de Mejoramiento Productivo de la Caficultura para Pequeños y Medianos Productores de Funides, sobre la base de datos oficiales.
HONDURAS EN JAQUE
En Centroamérica Honduras es el país más afectado por el brote (1.8 millones de quintales menos, según Orceca). Se supone que la enfermedad llegó a Nicaragua desde ese país.
El Instituto Hondureño del Café (Ihcafe) prevé que las exportaciones del grano bajen en unos 500 millones de dólares y que se pierdan unos 100,000 empleos a causa de la enfermedad fungosa
Orceca calcula que en Guatemala la producción caerá en 650 mil quintales, en El Salvador 400 mil, en Costa Rica 200 mil quintales y en Panamá 60 mil.
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