[/doap_box]
Tatyana Luna VIDA
Es muy común que los padres le compren una alcancía a sus hijos, sin embargo algunos pequeños fracasan en el intento de ahorrar y el cerdito o la gallinita termina siendo un objeto decorativo de la sala de la casa.
La realidad de las cosas es que ahorrar no solo debe verse como un juego sino como una meta. Y es que enseñarle a sus hijos desde temprana edad a realizar esta práctica ayuda a desarrollar la personalidad del pequeño.
Además este hábito les ayuda a organizar su propia economía, ya que los hace crecer con una visión de consumo responsable y evitar así el consumismo, dado a que poco a poco se van dando cuenta de lo que gastan e invierten, afirma el psicólogo César Briones Mendieta.
Pero no solo eso, sino también les ayuda a trazarse metas y a llegarlas a cumplir en un tiempo determinado.
Casi siempre esperan la temporada navideña para quebrar la alcancía y así poder comprarse lo que deseen.
Desde chiquitos
Es por estas razones que es importante que el hábito del ahorro empiece en los primeros cincos años de edad, pero tenga en cuenta que nada es por arte de magia, amplía el especialista.
Primero su hijo debe ver que usted ahorra y luego poco a poco le va enseñando, hasta que el niño lo vea como un hábito, es decir que deposita dinero constantemente, asevera la psicóloga Ana López Garzón.
Por tal razón los padres deben apoyar a sus hijos, ya sea dándoles una mesada semanal para que la depositen en la alcancía o bien echarle cada peso que tenga hasta hacer una gran mina de monedas.
Ver en la versión impresa las páginas: 4 B