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Leonel Teller Sánchez

Economías emergentes empujan PIB del planeta

Los mercados emergentes, incluyendo Centroamérica, se han convertido en un destino atractivo para la Inversión Extranjera Directa (IED) desde que la crisis económica mundial comenzara a hacer estragos.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en su informe anual destacó un impresionante crecimiento del 36 por ciento de los flujos IED en nuestra región en 2011: Panamá sobresale en primer lugar con US$2,790 millones; Costa Rica con US$2,104 millones; Honduras con US$1,014 millones; Guatemala con US$985 millones y Nicaragua con US$967.9 millones.

La tendencia de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de las economías emergentes se empezó a observar en el año 2009, cuando el PIB mundial se contrajo 7 décimas y el de las emergentes creció 2.8 puntos, liderado por las economías en vía de desarrollo de Asia.

Las estadísticas mundiales del 2010 volvieron a destacar esta tendencia de los países en desarrollo registrando un crecimiento del 7.3 por ciento, mientras que las economías industrializadas crecieron solo un 1.6 por ciento.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) para el 2012 proyectó un crecimiento mundial del PIB en un 3.3 por ciento y para este año del 3.9. Lo interesante es que el PIB del planeta lo están empujando las economías emergentes cuyo crecimiento en el 2012 fue de 5.4 por ciento y el proyectado para este año es del 5.9.

Las cuatro economías emergentes con mayor potencial son Brasil, Rusia, India y China, pero también se identifican otros países como México, Turquía, Sudáfrica y algunas del Sudeste asiático, ya que comparten algunas simetrías y están registrando índices de crecimiento importantes.

Las proyecciones de cinco años nos indican que los mercados emergentes agregarán 1.2 billones de dólares en gastos de consumo a la economía mundial, mientras las naciones industrializadas representarán solamente 700 mil millones adicionales.

Dentro de este contexto mundial Centroamérica refleja un interesante crecimiento, está logrando atraer importantes flujos de IED. Las economías de la región están trabajando en la diversificación de sus exportaciones, estimuladas por los tratados de libre comercio que se han firmado con países del continente, aliados asiáticos, y recientemente la pronta entrada en vigencia del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea.

Todo lo anterior representa grandes oportunidades y retos para los gobiernos, el sector privado y el sistema financiero regional. Centroamérica debe trabajar como un solo bloque para ser competitivo y atractivo, ya que otros mercados emergentes nos llevan la delantera y tenemos mucho que ofrecer.

Entre los retos que enfrentamos se encuentran la eliminación de absurdas barreras que atrasan el desarrollo económico y social sostenible, reducción de la pobreza, mejoramiento de la distribución de riqueza, lo que eventualmente nos llevaría a superar la dependencia que aún tenemos de la cooperación internacional para el desarrollo en el ámbito humanitario.

Para tener éxito menciono algunos ejemplos: se debe modernizar el marco regulatorio para financiar y estimular la diversificación de productos exportables; eliminar las barreras aduaneras, fiscales y migratorias; homologar leyes y reproducir, adaptados a la región, los casos de éxitos en otras economías emergentes. El autor es Empresario Privado

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