IRENE LÓPEZ
Durante muchos años he detectado grandes vacíos, necesidades y problemas en la enseñanza y proyección escénica de nuestra danza folclórica. A menudo vemos cómo, a gusto y antojo, se cambian nombres de las piezas, movimientos, pasos e historia de acuerdo con los conocimientos de cada quien. Generalmente estos conocimientos se dan errados, pues lo enseñan personas que, de forma empírica o aficionada, organizan nuestras expresiones danzarias.
La información histórica se da de forma errada, pues se enseña a bailar El mestizaje , cuando en realidad la pieza que ejecuta la marimba es El mate amargo . Esta pieza llegada de Sudamérica e integrada a nuestro repertorio de los sones de marimba va desapareciendo, pues los ballet folclóricos insisten por falta de información en llamarla El mestizaje, nombre adoptado por la vestimenta que normalmente usan los bailarines para la ejecución de esta pieza.
Esta información errada va siendo trasladada, adoptada y asimilada por las nuevas generaciones desapareciendo paulatinamente el origen de la manifestación. Esto sucede en todas las manifestaciones de las danzas.
Para los actos culturales en los centros de estudios, El Güegüense es el preferido. Los profesores montan sus coreografías, pero no tienen ni la menor idea de cuáles son los personajes y cómo se viste cada uno de ellos. Al Macho le llaman caballo, al sombrero gorro, al español lo visten de macho o viceversa. Asimismo sabemos de profesores que exigen a sus alumnos que los vestidos que alquilen sean tan largos y anchos que les tapen los pies y que el ancho les tape la cabeza, llamándole estilo mariposa. Tamaña deformación.
En nuestro Centro ofrecemos el servicio de alquiler de trajes y junto con este servicio nos vemos en la obligación de darle un pequeño entrenamiento a cada estudiante, es por eso que conocemos de este chacuatol de los propios protagonistas.
Por la misma falta de conocimientos: El solar de Monimbó, La Nicaragüita, Managua Linda Managua, La Mora Limpia y otras, se presentan como danzas folclóricas, siendo manifestaciones populares, típicas o nacionales, llamadas así porque sabemos quién es su compositor.
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