Don David Bayardo Muñiz, nicaragüense residente en San José de California, Estados Unidos, me escribe para comentar que al mostrarle a un amigo inglés-irlandés uno de los álbumes que ha formado con los artículos de esta columna sobre temas mitológicos, le dijo que “en Irlanda existe una leyenda de un héroe del Ulster llamado Cuchulainn. Aunque con esto nos alejamos de la mitología griega, quizás encuentre usted tiempo para investigar sobre ese personaje ”, dice don David Bayardo.
Al respecto del comentario del amigo Muñiz, ante debo mencionar que el periodista y mitólogo escocés Lewis Spence (nacido en noviembre de 1874 y fallecido en marzo de 1955), en su libro Introducción a la Mitología incluyó los mitos celtas entre los grandes sistemas míticos del mundo. A la cabeza de la lista de esos sistemas, Spence colocó la mitología grecorromana, por supuesto, e incluyó también las mitologías de los pueblos indoamericanos.
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Cuchulainn es en la mitología céltica y específicamente en la irlandesa, uno de los personajes más destacados y por sus características y la naturaleza de sus acciones ha sido llamado “el Aquiles irlandés”. Igual que ocurrió con el héroe griego, en el caso de Cuchulainn los adivinos sagrados también predijeron que su vida sería intensa y gloriosa, pero breve.
Cuando era Canciller de Nicaragua el amigo Norman Caldera compró en el extranjero un ejemplar de la Enciclopedia de Mitología Universal y me la trajo de regalo. En esa Enciclopedia, que fue redactada por un grupo de eruditos británicos y publicada en 1999 en idioma inglés, y en 2004 traducida y publicada en español, se narra que “en la literatura irlandesa los héroes Cuchulainn y Finn mac Cool tienen una presencia dominante. En Gran Bretaña solo las leyendas artúricas (sobre el mítico Rey Arturo) obtuvieron tanta popularidad”.
El verdadero nombre de Cuchulainn era Setanta. Su padre fue el dios Lugh y su madre la princesa Dectera, hermana del rey de Ulster (Irlanda del Norte). Setanta cambió su nombre por Cuchulainn, después que, siendo todavía un niño, mató a la perra que cuidaba la casa del herrero Culann, a donde fue para visitar a su padre adoptivo, Fergus mac Roy. Setanta se comprometió a sustituir a la perra del herrero hasta que una cachorrita recién parida por la difunta llegara a adulta. Para reafirmar su compromiso Setanta adoptó el nombre de Cuchulainn, cuyo significado céltico es “el perro de Culann”, y así se llamó desde entonces. Y además, el jóven héroe juró que nunca en el resto de su vida volvería comería carne de perro.
Igual que de Aquiles en la mitología griega, en las sagas irlandesas se cuentan grandes hazañas legendarias realizadas por Cuchulainn. La principal fue la conocida como “Batalla de los bueyes de Cualinge, que libró cuando solo tenía 17 años de edad. Cuchulainn había sido entrenado y educado por Skatsha, una druidesa (o sea una sacerdotisa hechicera), quien además de enseñarle sus artes y sabiduría le dio una lanza mágica llamada Gae Bolg, la cual hacía invencible a quien la utilizara en combate. Armado de esa manera Cuchulainn se enfrenta y derrota él solo al ejército de Maeb, la codiciosa reina de Connacht, o sea Irlanda Occidental, que invadió el Ulster para robar un maravilloso toro semental que pertenecía a Donn Cualinge.
Pero a pesar de la lanza mágica, Cuchulainn muere después en otro combate, porque pierde su energía vital al romper su juramento de no comer carne de perro, pues aceptó un plato con esa carne ofrecido por una anciana, ya que no podía violar la ley sagrada que prohibía rechazar la hospitalidad en ninguna forma.
Ver en la versión impresa las páginas: 10 A
