Se toma o se deja
Es admirable la posición de nuestros hermanos de Ciudad Darío y San Francisco Libre, quienes demostrando dignidad, valentía y desapego a los beneficios económicos que representarían su aceptación a sus concejalías, decidieron renunciar a ellas y demostrar que todavía existen personas dispuestas a anteponer la patria a sus beneficios personales.
Lo triste del caso es que estas expresiones de valentía y desapego a las prebendas solo son demostradas por las personas surgidas de las bases del partido, mientras la cúpula se niega a renunciar a sus curules en la Asamblea Nacional (AN) aduciendo que su lucha la van a hacer desde esa posición y llamando traidores a los mismos diputados de su bancada que apoyan la idea de los concejales de que todos los diputados y demás concejales electos en las pasadas elecciones renuncien a su puesto.
Estos hipócritas ya no engañan a los nicaragüenses que confiamos en su juego de palabras de la pasada campaña electoral y a quienes escogimos para que representaran los intereses de la mayoría de la nación, ya que se quiera o no, el FSLN es mayoría en los puestos del Estado, pero minoría en la población, la que a estas alturas se siente traicionada por el actuar de sus diputados. A estos “honorables” diputados les da pavor el solo pensar que dejarían de percibir su jugoso salario, comprar sus vehículos libres de impuestos y la gran cantidad de combustible asignado cada mes para que lo gasten en paseos familiares y en regalías a sus hijos y, sobre todo, les horroriza pensar que tendrán que ver en igualdad de condiciones a las personas humildes de su partido, porque desgraciadamente hay muchos de estos señores y señoras que se creen por encima de los demás y cuando se reúnen con las bases lo único que quieren hacer es imponer su voluntad o la de su gran líder, a quien defienden incluso con improperios contra quien ose contradecir sus directrices, como es la costumbre de un diputado de la zona norte a quien no le gusta ser contradicho y trata de poner a Eduardo Montealegre como el gran salvador de Nicaragua.
Estos mal llamados representantes del pueblo tienen un cerebro tan pequeño que no comprenden que el tiempo que mal gastan en la AN deberían estar aprovechándolo para trabajar desde ya en la unidad de la oposición en toda Nicaragua. Y digo malgastar porque ellos mejor que nadie saben que en sus puestos son solo un adorno ya que las decisiones se toman con o sin su consentimiento. No saben que lo único que están haciendo es ensuciando el nombre del partido, porque desgraciadamente serán recordados por haber formado parte de la AN que menos beneficios le trajo al país al aprobar leyes en contra de los intereses de las mayorías como las reformas fiscales y el engaño al que han sido sometidos los ancianos en su lucha por su pensión reducida.
Por todo esto es necesario pensar bien a la hora de elegir las nuevas autoridades del partido. Se elige a personas honestas y dispuestas al sacrificio o seguimos con la misma dirección que solo ha sabido aprovechar sus puestos para su beneficio personal. Lo tomamos o lo dejamos.
Francisco Javier Gutiérrez Lagos. Condega.
Los socios del INSS
Los trabajadores que han cotizado en el tiempo al INSS, son semejante a socios de empresas que tienen acciones para incrementar su capital inicial, solo que estos no tienen un documento llamado “acciones” que se clasifican como “comunes o preferentes”. Estos documentos también se conocen como “cuasi dinero”, porque pueden venderse o negociarse. Debido a que la Contraloría General de la República es infuncional y subjetiva en el caso de practicar un estudio exhaustivo del origen y aplicación de las deudas que el Gobierno debe al INSS, o a los socios cotizantes del INSS y dueños del capital, propiedad de todos los que han aportado en el tiempo, deberían hacer lo siguiente: a) formar una junta legal, representada por personas que luchan por esta causa, defendiendo el dinero de todos los socios; b) contratar auditores externos para que practiquen auditorías en los periodos que sean apropiados, y determinen: 1) ¿cuáles y qué montos han sido las inversiones del INSS?; 2) ¿cuáles han sido los resultados de tales inversiones?; 3) ¿cuántos préstamos y traslados han hecho los gobiernos de las cuentas del INSS a cuentas operativas del Gobierno?; 4) ¿cuántos son los montos del principal e intereses que estos gobiernos deben a los socios del INSS? ¿Dónde están las evidencias?; 6) que la junta, representante de los socios, dueños de capital, manejados por el INSS, solicite al Gobierno el pago de toda la deuda; 7) que se conozca ¿cuál es la proyección actual y ejecución de los ingresos y gastos anuales?; 8) que se conozca ¿cuál es la nómina real de empleados que paga el INSS?; 9) ¿Qué son los rendimientos operativos anuales del INSS, a partir de los últimos diez años¿; 10) que los estados financieros anuales de los socios cotizantes sean conocidos por los socios, dueños del capital aportados por estos en los últimos siete años.
La verdad, el INSS y sus empleados le pertenecen a todos los cotizantes, visto como si fuese una empresa. Obviamente que son los gobiernos los que no han cumplido en hacer una buena administración del dinero aportado por los socios. El director del INSS está en la obligación de presentar los resultados de las operaciones totales a los dueños del capital cotizado y enviar copias al Gobierno y Contraloría. Los socios están en primer lugar en estos reportes, no es el Gobierno. Es necesario formular una estructura semejante.
Anselmo Roblero. Consultor de empresas.
Judiciales jubilados
Con profunda pena pero con el ropaje de la mayor sinceridad escribo esta carta con la plena seguridad de que en breves días este pedimento o solicitud que formulo en mi nombre y como gestor oficioso de los intereses de mis compañeros jubilados que servimos con mucho entusiasmo y total dedicación nuestras labores por varios años, inclusive en mi caso particular que estuve al borde de la muerte por un brutal atentado en mi contra cuando fui atacado por arma blanca por un sujeto a quien le había impuesto pena por encontrarlo culpable de homicidio doloso y lesiones graves en otra persona y todo por estar atento al cumplimiento del ejercicio propio de la Administración de Justicia; donde registro un total de 17 años al servicio de nuestro poder judicial. Y, hoy jubilado con una suma precaria vivimos los jubilados del poder judicial una discriminación de mucha censura y vergonzosa.
Quedemos claros que jubilación a mi entender se deriva de “júbilo” que se traduce en la alegría de haber brindado un servicio con la debida atención que el cargo obliga; pero es el caso que nuestros cheques de jubilación sufren retrasos de entrega por más de diez o doce días después que se paga por la Tesorería de la Corte Suprema los días 4 de cada mes calendario y he sido informado que el atraso señalado tiene su punto de partida en el Ministerio de Hacienda, por lo que va paralela a esta petición lo que corresponde a dicho Ministerio bajo la responsabilidad del licenciado Iván Acosta pues en tiempos del gobierno del doctor Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños nuestros cheques de jubilados los recibíamos el mismo día que se pagaba a los empleados de planilla activos del poder judicial.
Ahora, tengo la confianza que esta carta tendrá resultados positivos y espero que la licenciada Zoraida Morales, del Departamento de Finanzas de la Corte Suprema y con los señores Martínez, Díaz y las distinguidas funcionarias de ese departamento, Rebeca y Thelmita Palacios harán gestiones pertinentes ante el ministro Acosta para que nuestros cheques de jubilados no sufran el largo camino que marca el día 4 de cada mes, como ya lo deje expresado. ¡Así sea!
Alfonso Dávila Barboza-Masaya.
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