Emiliano Chamorro/Eddy López H
Los obispos de la Iglesia católica de Nicaragua se manifestaron sorprendidos por la inesperada renuncia del papa Benedicto XVI, quién tras 8 años dirigiendo la Barca de San Pedro decidió renunciar al reconocer “falta de fuerzas” para continuar como papa de Roma, aunque reconocieron su valentía.
El arzobispo de Managua, monseñor Leopoldo Brenes, expresó que “me quedé impactado porque en estos tiempos no se pensaba que un papa pudiera renunciar al ministerio petrino, ya que el papa Juan Pablo II se mantuvo hasta que el Señor lo llamó a participar de su Gloria”.
Brenes añadió: “Hemos visto un gesto admirable, de valentía del santo padre para tomar esta decisión ( ) me imagino que el papa pasó muchos momentos de rodillas ante Jesús Sacramentado y ante su conciencia para tomar esta decisión y que verdaderamente es un testimonio para muchos para saber que todos somos útiles, pero que no somos indispensables”, reflexionó el arzobispo de Managua.
“Los cardenales que integran el consejo cardenalicio deben tener menos de 80 años para participar en la elección del papa ya sea porque el pontífice haya fallecido o renuncie”, expresó.
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EJEMPLO DE RENUNCIAR AL PODER
Monseñor Rene Sándigo, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) reconoció que la decisión del papa Benedicto tiene un alto sentido de responsabilidad y da un ejemplo para aquellos que se aferran al poder. “Para mi es una decisión valiente y honesta de un pontífice que ha tomado tamaña decisión con toda lucidez. Y es un ejemplo de honestidad y responsabilidad de amor a la Iglesia porque ha visto el cargo para servir y no para aferrarse a un cargo de poder”.
Sándigo reitero que la decisión del papa está llena de honestidad “al reconocer que no tiene la capacidad física para continuar con su ministerio petrino; es una decisión valiente y muy llena de humildad para que otro con mayor fuerza continúe su ministerio”, valoró.
EL PAPA DE LA PALABRA
Monseñor Silvio José Báez Ortega, secretario general de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) destacó la capacidad intelectual del pontífice en sus años de servicio a la Iglesia, primero como prefecto de la Doctrina de la Fe, en el pontificado de Juan Pablo II, y luego como papa durante estos 8 años, en la que ha transmitido grandes aportes para la institución y la grey católica en el mundo.
“Benedicto XVI será recordado en la Iglesia católica por tres cosas, uno, es el papa de la Palabra, nos ha recordado el primado del Evangelio, el Evangelio es lo primero, es el corazón y la luz de la Iglesia. En segundo lugar, la necesaria relación que tiene que haber entre la fe y la razón; y, tercero el papa nos recuerda la necesidad y exigencia del testimonio de la Iglesia en el mundo de hoy, en un mundo de los grandes problemas políticos y económicos”, reflexionó Báez al valorar la capacidad intelectual de Benedicto XVI.
Báez dijo estar enormemente sorprendido por la renuncia del papa, a quien calificó como un gran pontífice, a quien ama y admira. “Yo he amado y admirado al papa Benedicto, para mi ha sido un papa especial y extraordinario, primero porque el me ordenó y su ministerio a mi me ha marcado profundamente y es para mí una inspiración y modelo constante en mi ministerio”, expresó el obispo auxiliar de Managua.
Agregó que aunque no se está acostumbrado ver la renuncia de un papa, es admirable que Benedicto XVI, quien cumple 86 años en abril, reconozca que no puede seguir al frente de la Iglesia católica, por su avanzada edad. “(…) Desde el inicio de su ministerio de su santidad, toda la curia romana estaba consciente de su estado de su salud y avanzado estado de edad”, dijo Báez.
Por su parte, monseñor Bosco Vivas, obispo de la Diócesis de León y Chinandega, expresó que “ciertamente estas noticias impactan, pero la fe nos dice que cuando (…) el papa Benedicto decide dejar su cargo, él habrá puesto ante Dios todas sus dificultades, sus limitaciones, habrá recibido la luz necesaria para tomar una decisión tan ponderada como la que ha tomado. Creo que lo que se merece es un gran respeto”.
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