Rezaye Alvarez M.
Nicaragua es privilegiada a nivel mundial porque cuenta con dos temporadas para avistamiento de cetáceos, según el biólogo uruguayo Rodrigo García Píngaro, experto en cetáceos y representante de la Organización para la Conservación de Cetáceos (OCC) de Uruguay.
García Píngaro en conjunto con la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Sostenible (Fundenic), realizarán por segunda vez en Nicaragua capacitación sobre turismo responsable para la observación de cetáceos; la primera capacitación se realizó en noviembre pasado.
Además de Fundenic, reciben el apoyo de Jóvenes Ambientalistas y Guacalito de la Isla, esto con la idea de fortalecer las comunidades de Tola y San Juan del Sur, donde realizan talleres introductorios “para fortalecerlos en esta actividad que es una oportunidad económica importante”.
En Nicaragua “faltan estudios para conocer todas las especies de cetáceos que se pueden avistar”, sin embargo García Píngaro, señaló que la ballena jorobada es la más vista, porque viene a reproducirse durante el invierno polar y a dar a luz y amamantar a sus crías.
Ambas acciones las realizan en diferentes momentos del año, es por ello que existen dos temporadas de avistamiento, la primera que va desde diciembre hasta finales de febrero, y la segunda que es desde finales de julio y termina en octubre.
Los pescadores de la zona también han reportado el avistamiento de otras especies como el cachalote, que no es ballena, tiene enormes dientes y se le suele ver en las zonas costeras. También está citada la ballena azul.
Siguiendo registros de Costa Rica, García Píngaro aseguró que se pueden citar a la ballena tropical; la ballena Fin, que es la segunda especie más grande luego de la azul; la ballena minke y a especies raras de delfines.
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