Ramón H. Potosme
El papa Benedicto XVI, envió una bendición al país el pasado miércoles cuando despidió al obispo Fortunatus Nwachukwu previo a su viaje a Nicaragua para asumir el cargo de nuncio apostólico.
Nwachukwu de origen nigeriano dijo tener muchas expectativas sobre Nicaragua y que el embajador nicaragüense en el Vaticano le había informado sobre la situación del país.
El nuncio manifestó compartir con los nicaragüenses el amor a Dios, a la Virgen y a su santidad el papa. En bromas mencionó que lo vinculaba con Nicaragua las iniciales de su país de origen Ni de Nigeria y que ambas palabras terminaban en A.
El nuevo embajador del Vaticano en Nicaragua agradeció al inconstitucional presidente Daniel Ortega y a la primera dama Rosario Murillo por acogerlo en el país.
El anterior nuncio era el obispo Henry Józef Nowacki, quien laboró en el país desde el año 2007. Nwachukwu fue nombrado oficialmente por Benedicto XVI el pasado seis de enero junto con otros tres obispos entre ellos el también nombrado nuncio para Guatemala Nicolás Thevenin.
Nwachukwu habla un español fluido y antes trabajó como jefe de protocolo del papa.
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